El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha provocado una ola de indignación y rechazo al afirmar este lunes que los nacionalismos "nos llevan a la Edad Media o a un horizonte similar al de los Balcanes", en referencia a las posibles cesiones del presidente en funciones, Pedro Sánchez, a los partidos independentistas para ser investido.

“No hay una fórmula superior a la autonómica para garantizar al mismo tiempo diversidad e igualdad. España organizó su diversidad alejándose tanto del centralismo como de unos nacionalismos que nos llevan hacia la Edad Media o hacia un horizonte similar al de los Balcanes”, ha subrayado el líder popular en un desayuno informativo organizado por Europa Press.

Relacionado Feijóo va más allá y dice que Sánchez llevará a España a la “Edad Media” o un “horizonte similar al de los Balcanes”

Sus palabras han sido calificadas de "irresponsables", "alarmistas" y "falsas" por diversos representantes políticos, sociales y culturales, que han recordado el sangriento conflicto que asoló la antigua Yugoslavia en los años noventa y que causó más de 100.000 muertos y millones de desplazados.

En este sentido, entre las numerosas críticas que ha recibido Feijóo por la comparación realizada, uno de los más destacados ha sido el del periodista y presentador de Más vale tarde (laSexta), Iñaki López. En concreto, en un mensaje publicado en la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), López ha citado las palabras del dirigente gallego y ha repasado el contexto histórico de lo que implicó la Guerra de los Balcanes para esa región, contrastando así la gravedad de la situación.

“En la Guerra de los Balcanes perdieron la vida 140.000 personas, hubo 4 millones de desplazados y se perpetraron innumerables crímenes contra la humanidad”, ha recordado López. “Quizás no fue la comparación más acertada. Ni siquiera para infundir temor”, ha añadido. Un mensaje que, como se señalaba en las líneas anteriores, no ha tardado en viralizarse. Así, en el momento que se está redactando este texto, el tuit acumula más de 3.000 me gustas y cientos de comentarios aplaudiendo la réplica del periodista.

Una guerra compleja tras la desaparición de Yugoslavia

La Guerra de los Balcanes fue un conflicto complejo que tuvo lugar en la década de 1990 en la región de los Balcanes, en el sureste de Europa. Esta guerra involucró a varios países que formaron parte de la antigua Yugoslavia, que se desintegró tras la muerte de su líder, Josip Broz Tito, en 1980. La desintegración de Yugoslavia desencadenó tensiones étnicas y nacionalistas entre los diversos grupos étnicos que habitaban la región, como serbios, croatas, bosnios, montenegrinos, albaneses y macedonios.

El conflicto comenzó en 1991 con la independencia de Eslovenia y Croacia, dos repúblicas que eran parte de Yugoslavia. Esto desencadenó una serie de guerras en las que participaron diferentes grupos étnicos y estados. Los serbios, liderados por Slobodan Milošević, buscaban mantener unidos a los territorios bajo control serbio, lo que provocó enfrentamientos con croatas y bosnios que buscaban independizarse.

Uno de los episodios más trágicos fue el sitio de Sarajevo, la capital de Bosnia y Herzegovina, que duró desde 1992 hasta 1996. Esta ciudad sufrió un cerco brutal por parte de las fuerzas serbias, con millas de civiles muriendo a causa de bombardeos y ataques. indiscriminados. Además, se cometieron atrocidades como violaciones y masacres en diferentes partes del país.

La guerra también vio el surgimiento de conflictos étnicos en Kosovo, una provincia de mayoría albanesa en Serbia. En 1999, la intervención de la OTAN condujo a la retirada de las fuerzas serbias de Kosovo, estableciendo una administración internacional en la región. Esto llevó a la independencia de Kosovo en 2008, aunque Serbia no la reconoció oficialmente.

El conflicto concluyó con varios acuerdos de paz y la intervención de la comunidad internacional. El Acuerdo de Dayton en 1995 puso fin a la guerra en Bosnia y Herzegovina, estableciendo un estado federal compuesto por dos entidades, la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska, con un gobierno central débil. Sin embargo, las cicatrices de la guerra y las divisiones étnicas aún persisten en la región.