Dos menores del colegio público San Francisco Solano de Montoro, disfrazados de hormigas, han protagonizado un vídeo en el que responden a Pablo Motos por sus declaraciones al humorista Manuel Sarria en 2016 ridiculizando el acento andaluz. Fue la presidenta de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, quien recuperó esas imágenes el pasado mes de enero y ello ha sido motivo para que estos niños, cinco años después, se dispongan a contestar al presentador de ‘El Hormiguero’.

El vídeo, difundido en el canal de YouTube de Radio School Solano TV, se trata de un proyecto del colegio para presentar las faltas ortográficas que se producen en medios de comunicación andaluces y tuvo una mención especial en los Premios Andaluces El Audiovisual en la Escuela.

Sofía y Adrián, las hormigas M’atrancas y M’arrancas, han analizado las faltas de ortografía detectadas en los tuits de ‘El Hormiguero’ y en el propio perfil del presentador. Pero antes de abordar la tarea, los jóvenes trataron las palabras que Motos esgrimió en 2016, cuando ironizó con expresiones como “hablas a medias”, “me gustaría que hicieses las preguntas con todas las s” o “habla en perfecto castellano para que nuestro concursante pueda entenderlo bien”.

Así, los niños le preguntan “cómo le puede pedir a Sarria que hable un perfecto castellano, como si lo que hablara Manolo y todos los andaluces no fuera perfecto, como si hubiera alguna norma que dijese que el español que se habla en Castilla, laísmos, loísmos y leísmos a parte, es mejor y más correcto que el que se habla en Andalucía, Canarias, Sudamérica o en cualquier otro punto de España”.

Por ello, Sofía y Adrián han animado a Pablo Motos a imaginar un viaje por Andalucía y que se le pidiera “hablar bien, aspirar las consonantes finales, sesear o cecear porque no te entendemos bien”. “Menos mal que los andaluces no tenemos ese tipo de prejuicios y, por suerte, entendemos o hacemos por entender todas las formas de hablar español, sin pretender cambiarlas”.

También le han recordado que “más del 90% de los hispanohablantes sesean” y que “los idiomas más avanzados son los que economizan el lenguaje y más que el andaluz no economiza nadie”.