Taburete es una de las apuestas firmes por las que han optado multitud de municipios, de mayor o menor tamaño, para inflar los programas de sus fiestas de verano. Ejemplo de ello es San Sebastián de los Reyes, donde gobierna el Partido Popular, municipio que ha contratado al grupo musical para sus festividades. Sin embargo, las exigencias de los artistas son estratosféricas.

Las críticas se han sucedido por doquier entre los vecinos de la localidad madrileña al conocer el coste de dinero público que ha generado esta contratación: 120.939,50 euros por su actuación en el Anfiteatro el próximo 29 de agosto, en el marco de las Fiestas en Honor del Santísimo Cristo de los Remedios, tal y como ha adelantado el Diario de Sanse.

Y es que sus demandas se comprenden dentro de las exigencias conocidas como ‘Rider’, con las que los artistas pueden establecer ciertos criterios y requisitos inamovibles para garantizar su actuación y su óptima estancia en donde se cite el evento. Pese a que estas demandas suelen comprender necesidades básicas para los cantantes, tales como un servicio mínimo de catering, las exigencias de Taburete van mucho más allá.

Dos camerinos y un servicio exclusivo

No sólo la contratación del grupo de música supone un caché de lo más elevado, sino que también las reclamaciones de comida, bebida y estancia en San Sebastián de los Reyes han aupado las críticas entre los vecinos.

Taburete, a su llegada, ha exigido al Consistorio madrileño multitud de servicios, aunque divididos entre el Crew y los propios componentes del grupo musical. En lo que concierne a los primeros, encontrarán en su camerino privado desde “una cafetera con café y azúcar de caña”, pasando por un “calentador de agua con té de poleo menta y manzanilla y una bandeja de fruta variada y lavada”, hasta productos más exclusivos, como “una bandeja de queso y embutidos de calidad con surtido variado”.

Pero, es más, al finalizar la prueba de sonido y al terminar el show, el equipo tendrá a sus pies otra disposición exclusiva con más comida y bebida a su gusto. En este sentido, destacan las tortillas “caseras” españolas y multitud de refrescos, entre otras cosas más. Tras el concierto, el nivel subirá, ofreciendo así “2 pechugas de pollo con arroz blanco y verduras, 4 opciones de hamburguesas, pizzas o bocadillos calientes, 2 opciones vegetarianas” para comer; mientras que, para beber, el listón también estará por las nubes con “una botella de tinto de calidad y 20 cervezas -de las que quedan excluidas tanto Cruzcampo como Heineken-“.

En cuanto a los integrantes de Taburete, los rostros más conocidos, entre los que se encuentra Willy Bárcenas, el catering sería prácticamente el mismo, aunque con ciertas diferencias que marcan las evidentes preferencias entre un grupo y el otro. A su llegada, también tendrán mayor surtido de tés y contarán con cerveza nada más comenzar. Después de la prueba de sonido, el caché aumenta con surtido de “lomo ibérico, bowl de hummus con palitos de zanahoria y apio” para comer, además de que se podrán servir con “dos botellas de Ron Brugal, una botella de Whisky Ballantine’s o Johnnie Walker y otra de vino tinto Ribera o Rioja”. Para poner el broche de oro al concierto, Willy Bárcenas y el resto de Taburete repetirán el menú del Crew.

No obstante, las exigencias no acaban aquí, ya que no sólo se comprenden dentro del servicio de catering, sino que también se trasladan al escenario. De este modo, Taburete requiere “10 toallas negras prelavadas, dos mesas de 1×1 con mantel negro (una a pie de escalera y otra en ala backline R), una botella de Ron Brugal, seis botellas de Coca Cola Zero, diez botellas de cerveza de 33 cl”, excluyendo en todo momento tanto CruzCampo como Heineken.

Ninguna Cruzcampo

Uno de los aspectos que destaca de las peticiones del grupo musical de moda en su actuación en San Sebastián de los Reyes es su explícito rechazo a la marca de cerveza CruzCampo y Heineken. Pero, ¿a qué se debe?

Y es que ambas marcas de cerveza, aunque puede parecer que son distintas, pertenecen a la misma empresa. El grupo holandés compró Cruzcampo y lo fusionó con Heineken - El Águila en el año 2.000, justo cinco años después de su nacimiento originario en Sevilla. Después de la primera fábrica cervecera, que se encuentra en la capital andaluza, está la de Madrid, concretamente, en San Sebastián de los Reyes, en la que se elaboran en torno a 175 millones de botellas al año, es decir, cerca de 800.000 al día, y de la cual resulta una producción del 45% de toda la cerveza Heineken en España.

El PP de San Sebastián de los Reyes gobierna sin mayoría

En otro orden de ideas, cabe destacar que la contratación de Taburete se enmarca dentro del nuevo gobierno de la localidad madrileña que, antes de las elecciones del 28 de mayo estaba liderado por el PSOE y, después, ha pasado a manos del Partido Popular.