El periodista Jordi Évole ha regresado de sus vacaciones y lo ha hecho con una columna en ‘La Vanguardia’ que no ha pasado desapercibida. Bajo el provocador título “Pedro Sánchez, hijo de puta, canción del verano”, el comunicador ha analizado la expansión de un cántico ofensivo contra el presidente del Gobierno que se ha repetido en distintos conciertos, festivales y celebraciones populares durante los últimos meses. Con ironía, pero también con preocupación, Évole pone sobre la mesa la normalización de los insultos en la vida política y social española.
Del escenario a las fiestas populares
El periodista ha arrancado su reflexión pidiendo disculpas por el título elegido, aunque explica que no es una exageración suya. “Oí a Juan Magán, cantante de gran éxito, en su concierto en Marbella del 5 de agosto, proclamar que esa era la canción del verano, mientras su público coreaba el ‘hit’”, ha relatado. Desde entonces, el cántico ha sonado en fiestas populares, en estadios de fútbol y en eventos multitudinarios, hasta convertirse en un fenómeno viral.
Évole, con su característico tono mordaz, se ha sorprendido de que todavía nadie lo haya convertido en un tema para Spotify. “Ha sonado en fiestas populares, en estadios de fútbol. Incomprensiblemente nadie la ha grabado para Spotify. Ni Sergio Ramos, el único creador español que se ha atrevido a cantarle las verdades al Ser Superior”, apunta con sarcasmo.
El origen del estribillo
El comunicador no ha tardado en recordar el origen de este insulto hacia Sánchez. Según Évole, la primera en pronunciarlo en público fue Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, desde la tribuna del Congreso, durante un enfrentamiento parlamentario con el jefe del Ejecutivo. En aquel momento, Ayuso ironizó con el lema “me gusta la fruta” para suavizar la expresión.
"Si alguien puede reclamar los derechos de autora de la canción del verano, esa es Isabel Díaz Ayuso, la primera que la cantó en público desde la tribuna del Congreso mientras el presidente hablaba de su hermano (el de ella)", ha apuntado. "Pero Ayuso, en un gesto de humildad, dijo que ella no había compuesto esa genialidad. Que ella lo que había dicho es que 'le gusta la fruta'. Qué gracia. Y ya hay camisetas con ese eslogan", ha apostillado.
Évole ha ironizado con estas actitudes: “Los que las lucen se guiñan un ojo o se dedican un gesto cómplice, como los motoristas que se cruzan en una carretera secundaria o los fascistas que salen a apalear en una calurosa noche de verano”. Más allá de la anécdota, el periodista catalán ha profundizado en lo que considera un síntoma del deterioro del debate público. Para él, este cántico se ha convertido en un meme, en una forma de “jolgorio moderno” que poco a poco va calando en la sociedad.
“Ningún líder de orden de ningún partido de derechas o extrema derecha sale a decir que igual no es la mejor manera de protestar”, ha aseverado. A su juicio, el contraste con las consignas que en su momento movilizaron a la ciudadanía es evidente: “Del ‘Sí se puede’ al ‘Pedro Sánchez, hijo de puta’, así se resume la historia reciente de España”.
En su columna, Évole ha sostenido que lo preocupante no es solo la proliferación del cántico, sino lo que representa: una deshumanización del presidente del Gobierno alentada desde diferentes sectores. “La población está cada vez más desinhibida, descarada, con un fin común: odiar a un presidente. Deshumanizarlo. Echarlo. Ya. Como sea. Lo desean desde grandes empresarios hasta periodistas influyentes. Se respira en los barrios más acomodados, sobre todo de Madrid”, ha comunicado.
No obstante, Évole también ha invitado a la calma y a no sobreestimar la magnitud del fenómeno. En su opinión, aunque los gritos contra Sánchez hacen mucho ruido, no representan a la mayoría. “Pienso que el ‘Pedro Sánchez, hijo de puta’ provoca más rechazo que adhesión. Los que lo gritan hacen mucho ruido. Pero hay mucha más gente callada que tiene clarísimo que podemos ir hacia un retroceso histórico”, ha asegurado.