No son pocas las veces que ciertas reseñas o comentarios acerca del servicio que se da en bares y restaurante dejan estupefactos a los propios clientes y a los dueños de los establecimientos. Hay quien se queja por la poca cantidad, por los precios desorbitados o porque el servicio ha sido lento, lo cual puede llegar a ser entendible, pero otras veces la crítica es mucho más bizarra. Este ha sido el caso de uno de los últimos comentarios que ha rescatado el perfil en redes sociales de “Soy Camarero”.

En ella, se puede ver como el cliente deja una puntuación de cuatro sobre cinco, pero explica que hay “un matiz” que no le ha gustado. Tal y como narra, nada tiene que ver con la calidad del servicio, el producto o el precio, sino con el tatuaje en el cuello de una de sus camareras. El cliente resalta que es “demasiado vistoso y poco agradable a la vista”. El escritor de semejante reseña se declara como una persona no amante de los tatuajes,  expone que no se queja si se trata de uno pequeño en el brazo.

“Pero el tatuaje que tiene esta muchacha en el cuello no me resulta agradable”, expone, añadiendo que ha decidido no acudir más el local mientras siga teniendo a esta trabajadora en cuestión. “Es que los tatuajes no me gustan”, vuelve a decir, por segunda vez, para acabar el comentario.aunque

Por supuesto, esta reseña no se ha quedado sin respuesta, y la cuenta de “Soy Camarero” le ha dejado claro que lo que dice no tiene ni pies ni cabeza: “La reseña más estúpida que he leído, buena comida, buen servicio, pero una camarera tiene tatuajes... A quién hizo esta reseña: nosotros le valoramos con una estrella como cliente/a y como persona, háganos un favor y no vuelva, a ningún bar-restaurante, si puede ser. Gracias”, ha tuiteado el perfil.