Tiempo después, se ha levantado el veto a la entrevista que la periodista francesa Laurence Debray le hizo a Juan Carlos I. El Rey emérito ha dado su permiso para que se publique esta conversación en la revista Point de Vue, que sirvió de base para el documental Yo, Juan Carlos, Rey de España, también vetado.

En la charla con la periodista francesa, Juan Carlos I trató diversos temas de su trayectoria e incluso personales. El monarca emérito abordó el exilio de su familia a Estoril. “No reinaba un sentimiento de nostalgia en esa casa” porque siempre había “primos y amigos con los que jugar”, revelaba.

Reconoce que “los hermanos nos queríamos mucho y estábamos muy unidos a nuestros padres” y agradece que Portugal los acogiera “muy bien”. Considera al país luso como “una especie de segunda patria para mí”, además de indicar que cuenta con grandes amigos en el país vecino y que “habla portugués”.

El Rey emérito recuerda su primera vez en España y sentencia que se encontraba “muy emocionado” cuando llegó a la estación, aunque también le invadió un sentimiento de terror. “Tenía cuando conocí a Franco y estaba bastante impresionado” porque en su escritorio “había un montón de cosas raras y en sus pies jugueteaba un ratón que yo no podía dejar de mirar”.

Con respecto a la figura de Francisco Franco, Juan Carlos asegura que el dictador “no fue mi mentor”, sino que este rol lo adquirió su padre “pese a la distancia”. Describe a Franco como un hombre “hermético” y parco en palabras. Además, recuerda que “me escrutaba todo el rato e intentaba descifrarme” algo que, al parecer, incomodaba al monarca.

El accidente de Alfonsito

El Rey emérito recordó el incidente con su hermano cuando ambos jugueteaban con arma cargada que acabó con su vida. “Él y yo éramos muy cómplices”, reconoce el monarca emocionado al asegurar que “lo quería mucho”. Lo describe como un niño “simpático y despierto” que, a su vez, jugaba muy bien al golf. “Lo sigo echando mucho de menos”, concluye Juan Carlos I.

Después de recordar a su hermano, era el turno de su padre, sobre el que se dijo que no guardaban apenas relación. “Perder a mi padre también fue un momento realmente duro”, sostiene el monarca que asegura que “era mi aliado más fiel”. Rechazando los constantes rumores sobre su frío vínculo, Juan Carlos I asegura que “le contaba todo” y que lo enterró como rey porque “se lo merecía”. “Dedicó toda su vida a España y se sacrificó por su país”, añade el monarca aludiendo a la “grandeza de ese hombre”.

Felipe, un pilar fundamental

El Rey emérito aseguraba en esa conversación con la periodista francesa que su hijo ha sido una persona que ha marcado su vida. “Ha estudiado más que yo, una carrera brillante en España y luego en Estados Unidos”, agrega Juan Carlos I que agradece la “oportunidad de vernos a solas” cuando sus hijas se marcharon de casa. Unos momentos “privilegiados” que fueron vitales para su padre.