El prestigio de la Casa Real no pasa por su mejor momento. La Monarquía española vive una época de zozobra, en la que la sombra de la duda planea en su cabeza constantemente. Cada vez con más asiduidad, la ciudadanía se pregunta si es realmente el mejor modelo de Estado, incluso se han realizado consultas en ciertas universidades de España en las que se cuestionaba sobre Monarquía o República.

Los escándalos de Juan Carlos I han dañado la imagen de una institución que no pasa por su etapa más boyante. Hasta tal punto que el pasado miércoles, Izquierda Unida y el Partido Comunista Español presentaron una querella contra el rey emérito, Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, el director del CNI, Félix Sanz Roldán; Álvaro Orleans; Dante Canónica, los empresarios Juan Miguel Villar Mir y Juan Villalonga y, por supuesto, el excomisario en prisión José Manuel Villarejo.

El motivo de la denuncia se corresponde con las presuntas irregularidades perpetradas por Don Juan Carlos en sus cuentas después de que se revelaran los audios de Corinna. Así lo recoge el diario Público, que se ha puesto en contacto con Enrique Santiago, secretario general del PCE y uno de los demandantes. Señala que "hay una dejadez de las instituciones para investigar estas actividades".

La querella se ha presentado ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en connivencia con el Foro Abogadas y Abogados de Izquierdas (FAIRADE). En la denuncia, según señala Público, acusan al rey de hasta siete delitos que van desde el cohecho a la constitución de grupo criminal. Por su parte, a Corinna la acusan de blanqueo de capitales, usurpación de funciones públicas, encubrimiento, tráfico de influencia, corrupción, constitución de grupo criminal y cohecho.

Santiago explica que estas actuaciones se dieron "durante los años más duros de la crisis económica", un momento en el que la gente "tenía muchas necesidades". Anticorrupción descartó investigar al monarca emérito por  el carácter inviolable que le otorga la Constitución.