La baronesa Thyssen, Carmen Cervera, ha apoyado la protesta vecinal que se opone a la tala masiva de árboles en los parques de Arganzuela y Comillas, en Madrid, con motivo de las obras para ampliar la línea 11 de Metro, que dieron comienzo el pasado 11 de diciembre.

La actriz y aristócrata envió el pasado 14 de septiembre una carta a la Asociación Vecinal Pasillo Verde-Imperial para comunicarles sus intenciones de ayudar en las protestas contra la tala masiva de árboles en el parque de Arganzuela. "Tendría un gran impacto ambiental y supondría la pérdida de parte de una arboleda histórica de la ciudad", argumentó Carmen Cervera.

A su vez, el pasado 18 de diciembre la baronesa Thyssen también se dirigió a la Asociación de Familias de Alumnado del colegio de Educación Infantil y Primaria Perú, con un objetivo similar: brindarles su apoyo en la movilización del parque de Comillas, ubicado en Carabanchel. En este caso, la baronesa alegó que supondría "una importantísima pérdida para la vida social del centro y su entorno verde".

"Es fundamental preservar el patrimonio natural de las ciudades"

Huelga recordar que, tal y como la propia Carmen Cervera ha expresado en ambas cartas, ya participó en otras protestas similares tiempo atrás. "Es fundamental preservar el patrimonio natural de las ciudades". La baronesa Thyssen marchó en el año 2007 en las movilizaciones convocadas por la plataforma 'SOS Paseo del Prado', en las que se protestaba contra la tala de árboles en los paseos del Prado y Recoletos.

En este sentido, la Comunidad de Madrid aprobó el pasado 15 de noviembre iniciar las obras de ampliación de la línea 11 de Metro, que supondrán "afecciones en determinadas parcelas" por "razones de urgencia e interés general". Desde la oposición se argumenta que existe la posibilidad de establecer la parada fuera del parque de Madrid Río y evitar así la tala, pero desde el Ejecutivo autonómico se argumenta que "no hay otra elección". Desde el pasado mes de febrero, vecinos y ecologistas no han parado de movilizarse bajo el lema "Metro sí, pero no así" para exigir una modificación del proyecto que evite que las tuneladoras y las motosierras arrasen los pulmones verdes de la capital.

Más de 500 árboles en peligro

En plena transición ecológica y ante un momento de crisis climática con difícil retorno, la Unión Europea y otras organizaciones internacionales no paran de clamar por una aceleración de las medidas para combatir el cambio climático, algo de lo que Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida no parecen tener especial intención. El pasado lunes dio comienzo esta tala por parte del Ejecutivo autonómico, de más de 500 árboles entre Comillas, en Carabanchel, y Madrid Río, en Arganzuela, siendo este último uno de los grandes pulmones verdes de la capital, con motivo de las reformas de la Línea 11 de Metro.

Los espacios verdes son fundamentales en las grandes urbes, ya que los árboles cumplen una función esencial en la mitigación de los gases perjudiciales. De acuerdo con la ONU, un árbol maduro puede absorber hasta 150kg de gases contaminantes al año. A su vez, se trata de ejemplares longevos, con más de medio siglo de antigüedad. Vecinos que se echaban a la calle en el Paseo de Yeserías de Madrid, junto a activistas y distintas organizaciones ecologistas al grito de "Metro sí, pero no así" o "No a la tala" para intentar paralizar las obras. Algunos manifestantes han llegado incluso a encadenarse a las bases de los troncos para evitar el talado. La protesta se saldó con 3 detenidos por desacato a la autoridad.

La línea 11 de Metro, la más corta de toda la red madrileña, se encuentra en ampliación, y sus dos nuevas paradas subterráneas requieren llevar a cabo esta contundente deforestación. Desde el Gobierno autonómico se argumenta que no hay otra posibilidad, aunque los colectivos vecinales y la oposición han señalado que sí sería posible desplazar la estación fuera de Madrid Río y que ello evitaría la tala masiva de árboles.

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