Vivimos en un momento histórico en el que, tanto la Unión Europea como el resto de organizaciones internacionales, claman por una aceleración de las medidas para combatir el cambio climático. Los científicos auguran un futuro aterrador si no se acaba con los combustibles fósiles y las emisiones de CO2. Para ello, instan a los distintos órganos de gobierno a impulsar medidas transformadoras, entre las que se encuentran dotar a las ciudades de amplios parques y arboledas que sustituyan a las contaminantes y ruidosas carreteras. Algo de lo que Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida hacen oidos sordos, talando árboles de manera indiscriminada y masiva.

Estos espacios verdes son fundamentales en las grandes urbes, ya que los árboles cumplen una función esencial en la mitigación de los gases perjudiciales. Según la ONU, un árbol maduro puede absorber hasta 150kg de gases contaminantes al año.

En este contexto, el gobierno de la Comunidad de Madrid, de Isabel Díaz Ayuso, comenzó el lunes pasado la tala de más de 500 árboles entre Comillas, en Carabanchel, y Madrid Río, en Arganzuela, siendo este último uno de los grandes pulmones verdes de la capital.

Estos árboles, plantados hace más de medio siglo, han visto crecer a varias generaciones de vecinos de ambos distritos. Vecinos que se echaban a la calle en el Paseo de Yeserías de Madrid, junto a activistas y distintas organizaciones ecologistas al grito de “metro sí pero no así”, “la arboleda aquí se queda” y “no a la tala” para intentar paralizar las obras, llegando incluso a encadenarse a las bases de los troncos. La protesta se saldó con 3 detenidos por desacato a la autoridad.

El motivo de todo esto son las obras de la línea 11 de metro, que contará con dos paradas subterráneas nuevas en los dos puntos afectados. El gobierno autonómico asegura que no hay otra posibilidad, aunque tanto los distintos colectivos vecinales como los grupos políticos de la oposición denuncian que trasladar la estación de Madrid Río fuera del parque es perfectamente viable, y evitaría el “arboricidio”.

Rita Maestre, portavoz del grupo municipal de Más Madrid, califica de “ilegal” la tala, y acusa al gobierno autonómico de “manipular los planos originales”, en los cuales, afirman, la estación de Madrid Río se encontraba en la zona asfaltada del Paseo de Yeserías, por lo que no era necesaria la eliminación de ningún árbol del parque. Añade Maestre, que estos hechos suponen un enorme paso atrás de la ciudad en la lucha contra el cambio climático, y que interpondrán una denuncia desde su partido.

La Consejería de Transportes defendía la gestión del gobierno autonómico argumentando que habían conseguido recortar el número de terreno afectado en un 20%.

Por su parte, José Luis Martínez-Almeida, que asegura que no hay otra alternativa para la remodelación de la línea 11, criticaba en 2019 con un tweet la gestión de la entonces alcaldesa, Manuela Carmena, de la que afirmaba que iba a “pasar a la historia por ser la alcaldesa que menos árboles ha plantado y que más ha talado”. Además, expresaba su deseo de “un Madrid limpio y verde”, y de que en la capital no hubiera “ni un solo alcorque sin su árbol”.

La hemeroteca de Almeida contradice su gestión y la de Ayuso en la actualidad en este asunto, y pone en duda el compromiso del Partido Popular en materia ecológica. Sólo hay que acercarse a las zonas afectadas de Madrid Río y Comillas entre otras para comprobarlo.