Macarena Olona ha sido una de las principales protagonistas de la actualidad de esta semana. ¿El motivo? Haberse empadronado en Granada para poder concurrir a las elecciones andaluzas del 19 de junio, a pesar de no residir allí habitualmente, beneficiándose así de la legislación para sus fines personales y políticos.

Ante estos hechos, las redes sociales llevan días mostrando su indignación, argumentando sus críticas y dando lugar a testimonios conmovedores al respecto. Uno que ha llamado especialmente la atención de los usuarios de Twitter ha sido el de Zhanet Filipova, una trabajadora e inmigrante búlgara que lleva 17 años en España:

“Soy trabajadora inmigrante búlgara y llevo 17 años en Andalucía. No podré votar en las elecciones andaluzas. Mientras, la ultraderechista alicantina Macarena Olona se acaba de empadronar en la casa del líder de Vox en Granada para poder presentarse como candidata a las elecciones”, expresa Filipova en su mensaje, dejando patente el abuso de derecho ejercido por Olona y la discriminación institucional que sufren los extranjeros a la hora de votar.

“Que los inmigrantes residentes tengan derecho a voto es un melón que a los defensores de la ‘macarrona’ (Macarena) no les interesa abrir. Desde luego que si eso pasara, otro gallo cantaría”, continúa en otro tuit. El mensaje de Zhanet Filipova se ha extendido rápidamente por la red, alcanzando los 17.000 ‘me gusta’ y 5.000 retuits en menos de 24 horas. Por otra parte, la usuaria ha recibido un aluvión de respuestas negativas, la mayoría de ellas, marcadas por una clara connotación racista.

Otros mensajes también han dado a entender que los usuarios defensores de la ultraderecha ni entienden el problema, ni comprenden el mensaje:

El 73% de los extranjeros que vive legalmente en España no tiene derecho a voto en las elecciones generales, ni en las autonómicas, ya que solo pueden ejercerlo aquellos que hayan adquirido la nacionalidad española. La legislación cambia en el caso de las municipales: en ellas, pueden votar aquellos extranjeros que sean ciudadanos de la Unión Europea o de 12 países extracomunitarios con los que existen acuerdos: Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago. La adquisición de la nacionalidad es un proceso largo y complicado, lo que podría explicar que Filipova no pueda votar en las autonómicas, a pesar de su larga estancia en nuestro país.