El novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, declaraba este lunes en el Tribunal Supremo en el marco del juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. El empresario se presentó como una víctima ante la Justicia, siendo su relato apoyado por Miguel Ángel Rodríguez en su declaración. La pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid explicó que siempre pensó que Hacienda le abrió una inspección fiscal por ser pareja de la presidenta madrileña, reiterando así que pidió que todo claudicase “rápido y sin ruido”. Así, desde La Hora de La 1, Silvia Intxaurrondo ha explicado por qué quiso cerrar su caso de esta manera.

La presentadora de TVE señalaba que González Amador y su abogado, Carlos Neira, querían "pactar cuanto antes": "Tenía mucha prisa. ¿Por qué? Porque si este caso se conocía podía suceder lo que ha sucedido y es que haya alguien, pongamos Más Madrid, que pida una investigación más profunda".

Entonces, la comunicadora vasca explicaba que "a raíz de una inspección de Hacienda, que detecta un fraude fiscal y que más o menos termina con una conformidad, si no se sabe y se pacta en el anonimato, si sale a la luz y alguien dice investiguemos más pasa lo que ha pasado. Sale una pieza separada por supuesta corrupción en los negocios que pone al novio de Ayuso en una situación tremendamente delicada, porque por una o por otra podría tener ya un pie en la cárcel", proseguía. 

Intxaurrondo conectaba con el periodista Mateo Balín, que desgranaba la estrategia con la que el empresario y su defensa llegaron al Supremo: "Ayer vimos la secuencia completa. A él le sacaron del anonimato por ser quién era, por salir con la presidenta de la Comunidad de Madrid, eso dijo Miguel Ángel Rodríguez. Él se presentó como un español que ha sido víctima del aparato del Estado y que ha sido declarado delincuente confeso por el reino de España", arrancaba.

"Primeramente, él habla de un atropello de Hacienda, esto es muy relevante porque lo pone en el origen de su investigación, lo sacan del anonimato y Carlos Neira (su abogado) remata con esa estrategia de decir que nunca le había pasado esto, que es especialista en conformidades. Y que el origen de la filtración de su correo podría afectar a su derecho de defensa, no solo en la causa de los delitos fiscales, sino en la segunda que le abren, la de administración desleal y corrupción en los negocios entre particulares", proseguía explicando.

Balín apuntaba que este martes, ante la Justicia, "van dirigidos hacia los siete magistrados que componen al tribunal, se dirigen claramente a ellos" y que, además, "el abogado querellante de la acusación particular trataba de buscar esa condena aquí del fiscal general para tratar de afectar a los dos procedimientos que tiene abiertos en los juzgados de Madrid".

"Fue una estrategia muy pensada, muy meditada, muy preparada", afirmaba el periodista, que insistía en que la declaración de González Amador estaba "claramente muy ensayada, preparada y dirigida a ese fin". "Y Carlos Neira remata diciendo que a su cliente le habían vulnerado sus derechos y había llegado al Supremo como víctima de ese voraz aparato del Estado", concluía.

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