El profesor de Políticas Internacionales Pedro Rodríguez traía, en su paso por Más vale tarde, el recuerdo de uno de los grandes clásicos del cine negro. Nada más y nada menos que la película de Uno de los nuestros. Aquel largometraje en el que se mostraba la vida de Henry Hill, quien desde niño se sentía fascinado por la vida que llevan los gángsters de su barrio. De hecho, a los trece años, Henry optaría por abandonar la escuela y pasar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados; sus ganas harían que muy pronto se ganara la confianza de sus jefes, gracias a lo cual iría subiendo en el escalafón. Una obra en la que, tal y como recordaba el experto, en los primeros minutos uno de los protagonistas pronunciaba una icónica frase: "Para mí, ser gánster es mucho mejor que ser presidente de los Estados Unidos".

Un recuerdo de esta pieza audiovisual a partir de la cual el profesor presentaba su tesis principal: "Ahora no hay que elegir, tú puedes ser gánster y presidente de los Estados Unidos". Dicha reflexión llevaba a la presentadora del programa, Marina Valdés, a preguntar si consideraba que el modo de operar de Donald Trump es actuar como una banda mafiosa a base de extorsión. "Por supuesto", aseguraba el experto en Relaciones Internaciones, que percutía en la idea de que "la política internacional es la gran herramienta de extorsión". 

Según Trump, el mercado americano es un privilegio por el que hay que pagar

Es más, Rodríguez subrayó que la perspectiva del presidente estadounidense pasa por un concepto del comercio como de suma cero, es decir, las pérdidas de alguien son las ganancias de otro, por lo que no se da una relación bidireccional beneficiosa. Así, añadía que, en este momento, Trump ha pasado a considerar que los aranceles sirven para todo, desde llevar "la paz a Ucrania, industrializar a Estados Unidos, parar el fentanilo, frenar la inmigración ilegal, financiar el presupuesto americano...".

De esta manera, Pedro Rodríguez hacía un análisis de los dilemas que genera el republicano, como en la cumbre de La Haya, donde la decisión a tomar pasaba por su estrategia del 5x5: "O firmamos un papel que dice que vamos a invertir un 5% en Defensa o nos quedamos sin el artículo 5, que es la seguridad colectiva de la OTAN". Así, para el profesor, se habla de una rendición ante el trumpismo y de los beneficios que el americano está obteniendo. Sin embargo, subrayaba el difícil momento en en materia de relaciones internacionales para los líderes europeos, que se encuentran con esta situación de amenazas constantes desde la Casa Blanca, planteando la cuestión de si es de interés para Europa no negociar y afrontar una guerra comercial con Estados Unidos o sufrir unos aranceles del 30%. Por ello, aunque remarca que es "terriblemente injusto" que se hayan fijado finalmente esos aranceles del 15%, esto viene a ser un mal menor. 

Entre otras situaciones de las que está sacando partido Trump, el profesor indicaba que el americano está utilizando una "ventaja doméstica" que le da la oportunidad de sacar rédito de "toda la hostilidad de la izquierda sindical contra la globalización y el libre comercio".  Ante esta coyuntura, Rodríguez explicaba que no es tan sencillo plantearse simplemente hacer frente y pelear contra Trump, ya que lo que está en juego, también, es salvar una relación de conveniencia ante la que está tocando hacer malabares para poder mantenerla, pero "hay pocas alternativas". No obstante, no pierde el foco del principal problema que se acerca: "Es horrible tener que plegarse a los designios de un autócrata y de alguien que está destruyendo la democracia en EEUU y que está sentando un pésimo ejemplo".

Es una degeneración de la política, de la diplomacia y, por supuesto, de las relaciones internacionales... Se están intentando salva las relaciones

 

La guerra de los porcentajes 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, alcanzaron el pasado 27 de julio un acuerdo para resolver su disputa comercial sobre el aumento de aranceles. El pacto al que se llegó en Turnberry (Escocia) salva la amenaza del mandatario estadounidense que dio a Bruselas hasta el 1 de agosto o de lo contrario impondría un 30% de aranceles generalizados sobre las producciones europeas a partir de ese momento.

Cabe recordar que, desde el pasado abril, Estados Unidos impone a las exportaciones europeas un arancel mínimo del 10%, que en un primer momento anunció del 20%, pero redujo a la mitad como un gesto de "tregua" para negociar un acuerdo con la UE. De momento no han trascendido las cifras concretas del acuerdo.

En su encuentro previo a la reunión, el presidente estadounidense ya anticipó que no contemplaba, incluso en el caso de alcanzar un acuerdo, que los aranceles comerciales de la Unión Europea fueran a ser serán inferiores al 15%, algo con lo que ya contaban las autoridades de Bruselas.

Asimismo, el presidente estadounidense había avanzado que los productos farmacéuticos no serían parte de un marco comercial porque "tenemos que fabricarlos en Estados Unidos".

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio