La continuidad de Israel en el Festival de Eurovisión tras "camuflarse" en la aprobación de su nuevo reglamento está mostrando la verdadera realidad de la actual UER. Después de que se votasen normas que, supuestamente, querían limitar la injerencia política, el presidente de Israel, Isaac Herzog, subió un tuit en su cuenta de Twitter (ahora conocida como X) celebrando la participación del país de Oriente Medio en un concurso que, en teoría, es de televisiones y no de países

"Israel merece estar representado en todos los escenarios del mundo, una causa con la que estoy total y activamente comprometido. Me complace que Israel vuelva a participar en el Festival de Eurovisión y espero que el certamen siga siendo un ejemplo de cultura, música, amistad entre naciones y entendimiento cultural transfronterizo", comenzó, añadiendo: "Gracias a todos nuestros amigos que defendieron el derecho de Israel a seguir contribuyendo y compitiendo en Eurovisión. Esta decisión demuestra solidaridad, compañerismo y cooperación, y refuerza el espíritu de afinidad entre las naciones a través de la cultura y la música". 

Pero el papel de Herzog parece que no se quedó en esa felicitación. Según informa el medio Ynetnews, la presencia de Israel en la próxima edición del Festival de Eurovisión se confirmó después de una campaña diplómatica que duró meses y que se desarrolló en gran medida tras bastidores. Un esfuerzo coordinado que involucró a ejecutivos de la televisión israelí (KAN), asesores del gobierno de Nethanyahu y al mencionado presidente israelí para evitar la expulsión del certamen musical. 

"El presidente Isaac Herzog creó un equipo específico en su residencia para coordinar la labor diplomática, convencido de que una expulsión podría convertirse en un revés político más amplio para Israel en Europa. Funcionarios israelíes afirmaron que Herzog instó personalmente a los socios internacionales a oponerse a una votación sobre la expulsión de Israel y, en su lugar, a respaldar reformas que aliviarían las tensiones dentro de la UER", informe este medio, añadiendo que dichas autoridades describieron esta asamblea de la UER como "el intento más serio hasta la fecha de forzar una votación sobre su expulsión". 

Eurovisión: concurso, supuestamente, de televisiones

Esta "campaña diplomática" dirigida por el presidente de Israel, país que, recordemos, seguirá participando en el Festival de Eurovisión, rompe por completo la principal argumentación utilizada por la Unión Europea de Radiodifusión a la hora de pronunciarse sobre la presencia del país de Oriente Medio tras el genocidio en Gaza: Concurso de televisiones, y no de países

De hecho, el propio director del festival, Martin Green, utilizó el término "televisiones" para hablar de los participantes en una entrevista para la televisión sueca SVT publicada después de la votación de las nuevas normas en la asamblea de la UER

"Participan televisiones, tendremos 35 televisiones participantes en 2026", aseguró en dicha entrevista, pareciendo mirar para otro lado con asuntos como esta "campaña diplomática" coordinada por el presidente de Israel.

"Los gobiernos no participan en el Festival de Eurovisión, sino los artistas. Artistas respaldados por emisoras públicas que no son responsables de las decisiones ni acciones de sus gobiernos. Los artistas siempre han demostrado a quienes buscan dividirnos que un mundo diferente es posible. Eurovisión siempre será una plataforma para que lo hagan", aseguró en la carta abierta publicada por Green en la web del festival. 

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