Este jueves, el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quedaba visto para sentencia después de seis jornadas de declaraciones. La causa investiga al magistrado por un presunto delito de revelación de secretos contra la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador. El caso ha servido para desviar el foco, ya que, cabe recordar que el novio de Ayuso está acusado de fraude fiscal, falsedad documental, delito contable continuado y pertenencia a grupo criminal. De hecho, hace una semana, la Audiencia de Madrid confirmaba su procesamiento. Andreu Buenafuente recordaba algunos de los detalles y se mofaba de los gastos que el empresario intentó colar a Hacienda.

Desde Futuro Imperfecto, el presentador hacía su particular repaso a la actualidad en clave de humor e ironía. El catalán introducía el asunto del juicio a García Ortiz, recordando que "se ha juzgado antes al fiscal del juicio que al propio acusado”. El fiscal general está acusado de presunta revelación de secretos tras ser señalado por la defensa de González Amador como el responsable de la filtración del correo electrónico en el que reconocían un doble delito fiscal y proponían un acuerdo de conformidad a la Fiscalía. "La segunda filtración que más ha preocupado al español después del disco de Rosalía, eso sí que fue un mazazo", ironizaba Buenafuente. 

El presentador señalaba que el juicio del fiscal general "ha desviado el foco, pero, por si no lo recordáis, a González Amador se le acusa de fraude fiscal por intentar defraudar a Hacienda 350.000 euros". "Y no contento con eso, intentó deducirse la compra de hilo dental, desodorante, un saxofón y un Rollex. Increíble", recordaba. El empresario trató de desgravarse ante Hacienda algunos gastos privados en ejercicios fiscales bajo sospecha, correspondientes a los ejercicios 2021 y 2021, como si formasen parte de su actividad empresarial. Entre ellos se encontraban objetos de lujo, como un Rolex, otros de uso menos común como un saxofón y otros de uso habitual, como desodorantes, champú o colutorios.

Tirando de humor, Buenafuente se mofaba de aquel intento. "Hay gente que ha pensado: 'a mí el gestor no me deja pasar ni las dietas, y este tío ha colado el desodorante'. Piensas: 'igual tiene un problema grave de sudoración extrema, cómo tiene que olerle el sobaco a este tío para que en la empresa le digan que se lo desgrave'. Pero, sobre todo, y lo más glamuroso de todo, un saxofón. Yo quiero ir a una reunión de esa empresa con el director y toda la junta directiva, con temas importantes, y dicen: vamos a repasar los temas importantes. Y de repente se oye música de saxofón. 'Alberto, para, no lo toques ahora'. Y él diría: 'joder, ya no se puede tocar ni el saxo. Si no me dejáis tocarlo, me voy'. Pero, recordemos, que el novio de Ayuso también intentó desgravarse gastos como pelotas de pádel o colutorio. Y piensas, este hombre dónde trabaja, ¿en una productora porno?".

Para concluir, el catalán regresaba al juicio a García Ortiz: "No descartemos que, en breve, se juzgue al fiscal que ha juzgado al fiscal, entrando en bucle. Por qué no, si de un juicio ha salido otro juicio puede ser como en las bodas. Yo haría que al terminar este juicio, el juez lance el mazo hacia atrás y el que lo coja al banquillo también. Y que no pare".

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