Cada vez que escuchas una canción en Spotify o cualquier otra plataforma de streaming [Apple, Amazon, etc.]. estás agudizando el cambio climático. Así, como suena. Por supuesto, no lo decimos desde El Telescopio, lo dice Adam Met, bajista de la banda AJR, doctor en Derechos Humanos y desarrollo sostenible y director ejecutivo de Planet Reimagined.

Met acaba de publicar un artículo en Rolling Stone en el que analiza las diferencias entre el impacto climático de la descarga de una canción y escucharla a través de alguno de esos servicios. “Aunque no te lo creas, esta decisión puede tener un impacto pequeño pero real en el cambio climático”, afirma.

Descargar en lugar de escuchar puede reducir en un 80% las emisiones de CO2

Canción a canción

Pone de ejemplo una canción de su propia banda, la titulada Bang!, que cuenta con más de 265 millones de escuchas en Spotify. “Si todas las reproducciones se han efectuado desde la nube, Bang! habría generado al menos 3,3 toneladas de gases de efecto invernadero. Esto equivale a conducir desde Nueva York hasta Los Angeles tres veces. Si todas las reproducciones hubieran sido descargas, Bang! habría generado menos de dos tercios de tonelada”.

Según sus datos, tu dispositivo utiliza el doble de batería cuando reproduce una canción que cuando la descarga. Y, en el lado de las plataformas, el uso de servidores en la nube “requiere de energía, enormes sistemas de refrigeración, conectividad a internet, edificios y terreno”.

Por tanto, “si todas las canciones se descargasen en lugar de escucharse a través de streaming, se produciría una reducción del 80% en las emisiones de CO2 tras la primera escucha”.

No solo eso, Met asegura que si escuchas un disco más de 27 veces, habrías provocado menos impacto medioambiental si hubieras comprado el CD.

Si vas a escuchar un álbum más de 27 veces, es mejor que compres el CD

Máximo volumen

La clave del asunto está en el volumen. Y no nos referimos, por supuesto, al de tu dispositivo a la hora de reproducir las canciones, sino a los de las plataformas de streaming. Según el Equity and Impact Report 2021 [Informe de igualdad e impacto 2021] de Spotify, el número total de suscripciones es de 180 millones [que supone 406 millones de usuarios y usuarias activas al mes] y el de canciones, de 82 millones. Con esas cifras, este cambio de comportamiento puede tener un impacto relevante: “Nuestra plataforma alcanza a millones de fans cada día y reconocemos la oportunidad -y responsabilidad- que nos ofrece”, afirma Elizabeth Nieto, máxima responsable de Igualdad e Impacto de la corporación.

La compañía asegura estar comprometida con lograr las cero emisiones “durante la próxima década”. En el informe, reconoce que “la crisis climática es uno de los temas más apremiantes de nuestro tiempo. Es algo que nos afecta a todos, sin importar dóndes estés o qué escuchas”.

Algo que, reconocen, no puede ser una actividad tangencial, sino que “tiene que estar integrado en nuestro negocio diario. La acción por el clima urgente necesita que las cosas pasen ya”. Entre las acciones puestas en marcha, se encuentra la identificación de todas las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de todo la compañía.

Sus esfuerzos no se centran solo en reducir su impacto directo, sino también en “generar conocimiento sobre la crisis climática a través del alcance global de nuestra plataforma”. Por tanto, “nos dedicamos a amplificar contenido fiable sobre el cambio climático que impulse la educación e inspire la acción”.

Sin embargo, Spotify reconoce que solo se encuentra “al principio de nuestro viaje”, aunque asegura que “el objetivo final -y nuestra hoja de ruta- están a la vista”.

En 2021, el total de emisiones fue de 353.054 toneladas de CO2, lo que supuso un crecimiento con respecto al año anterior que la compañía no especifica. Según detallan, “atribuimos ese incremento a factores entre los que se incluye la ampliación de nuestra metodología de cálculo, el crecimiento de nuestro negocio en nuevos mercados, el de empleados y el de los usuarios activos mensuales”.

Estrategia

La compañía ha establecido una estrategia basada en cuatro pilares. El primero de ellos es reducir sus propias emisiones; después, hacer lo propio en el resto de la cadena de valor; el tercer paso es integrar el clima en la estrategia de negocio; y, finalmente, influir en la sociedad.

Además, asegura estar reduciendo sus emisiones por viajes, además de haber incrementado el teletrabajo y haber aprovechado la tecnología para reducir su impacto medioambiental.

Los esfuerzos se extienden también a la gestión de residuos, entre ellos, los electrónicos, de los que se han recogido 2.575 unidades “que habían alcanzado el fin de su ciclo vital en Spotify. De ellas, un 41% fueron recicladas y reuitilizadas por otras empresas y personas” ajenas a la compañía. El resto, “fueron desmontadas y los materiales se reciclaron por parte de empresas”.