Elena Gorostiza se podría haber quedado en su puesto de directora de Marketing de una gran multinacional o haber aceptado alguna de las ofertas que le hicieron otras. Pero -después de crear su propia consultoría de comunicación y marketing- prefirió “una empresa que tenga un propósito y esté comprometida”. Su caso, por cierto, es más frecuente de lo que nos cuentan la mayoría de las supuestas historias de éxito que circulan por ahí.
Su elección fue Xplora, una compañía que nació, precisamente, con una misión, con el objetivo de dar solución a un problema real de nuestra sociedad. Algo que aquí, en El Telescopio [y nos consta que en nuestra audiencia también] nos gusta especialmente.
Gorostiza habla con la soltura de quien se conoce bien los mensajes [es más que probable que muchos de ellos sean suyos] y con la emoción de quien se los cree.
Son la marca de referencia en teléfonos móviles en forma de smartwatch para población infantil
Solucionar un problema
Te ponemos en situación: eres un padre [o una madre, pero en la historia real es un padre] noruego y se pierde uno de tus cuatro hijos en un centro comercial estadounidense. No te preocupes, la cosa acabó bien, pero esos minutos de angustia sirvieron para que Sten Kirkbak, protagonista de nuestro relato, se decidiese a fundar Xplora en 2016.
Ahora mismo son “la marca de referencia en la categoría de teléfonos móviles en forma de smartwatch para niños”. Los dispositivos tienen la funcionalidad de poder conectar con la familia [porque cuenta con una tarjeta SIM], “pero con contactos restringidos, porque ellos no tienen por qué recibir una llamada de nadie fuera de su entorno cuando son pequeños”, explica Gorostiza. Además, cuenta con localización por GPS y WiFi.
Además, no tienen datos más allá de para facilitar su localización: “Consideramos que contenidos inapropiados, contactos no adecuados o incluso acceso a las redes sociales a determinadas edades, no tiene sentido”, dice.
Xplora quiere ayudar a combatir el sedentarismo infantil
Un paso más
Ahora, la compañía ha decidido dar un paso más y utilizar su conocimiento y las funcionalidades de sus dispositivos para solucionar otro problema: “Uno de los problemas -que es una epidemia- es el sedentarismo infantil”, afirma Gorostiza rotunda. “Pensamos que el podómetro que llevan nuestros relojes podría ayudarnos a combatirlo”.
La compañía ha creado una plataforma denominada Goplay. “Los niños se registran y pueden canjear los pasos que dan, por monedas. Esas monedas las utilizan para jugar con unos minijuegos que creamos y que además les generan más monedas; y para comprar artículos que generalmente tienen que ver con jugar al aire libre”, explica.
Han firmado acuerdos con compañías como Sony PlayStation para desarrollar juegos y generar incentivos para que el público infantil se anime a salir de casa.
El público infantil registrado en la plataforma es 2,5 veces más activo que el que no lo está
¡Funciona!
“Hemos demostrado que los niños Xplora que se registran en la plataforma son 2,5 veces más activos que los que no lo hacen”, detalla Gorostiza. “En general, hacen una media de unos 4.200 pasos al día. Cuando están registrados en la plataforma se preocupan por llegar a los 10.500 al día”.
Lo hacen porque a partir de 10.000 pasos reciben una moneda. Y se esfuerzan por conseguir una cada día.
El objetivo es generar una mentalidad diferente. “Creemos que el sedentarismo es cultural: tú creas el hábito del deporte, de comer sano. Y el de salir y hacer una actividad física se crea también desde edades tempranas”.
Por eso, ahora han lanzado también una pulsera de actividad para adultos, Xmove, “para que padres y madres puedan apuntarse también a la plataforma Goplay y así incentivar a la familia a hacer deporte”.
Si no queda más remedio que darle un móvil, es bueno fijarle límites
Tecnología sensata
Gorostiza nos explica que cuentan con investigaciones de mercado que demuestran que “los niños piden teléfonos móviles desde que tienen cinco años o incluso antes. Sin embargo, el 70 por ciento de los padres considera que la edad ideal es a partir de los doce o trece. Pero hay veces que la presión social u otras situaciones te hacen darle un smartphone. Esto es un poco peligroso”.
Si no queda más remedio, “es bueno que le limites el tiempo, lo que puede y no puede hacer”.
Como primer dispositivo, nos recomienda “un smartwatch, porque cubre las funcionalidades que él necesita o las que tienes tú como padre. Sin embargo, tiene unas limitaciones que son muy importantes: no puede tener más de 50 contactos [y tú decides quiénes son]”.
Además, cuenta con “zonas de seguridad de las que si salen te llega una alarma” y. con un modo colegio que se puede configurar a través de la app en el horario de 9:00 a 16:30 en que se eliminan todas las funcionalidades y solo es un reloj, “orque en el colegio no necesitas distracciones”.
En todo caso, recomienda prudencia a la hora de facilitar dispositivos a los más pequeños. “Tenemos que enseñar a los niños a usar las redes sociales. No es bueno que estén cuando tienen menos de doce años. Darles un smartphone es peligroso: un 30 por ciento del bullying viene a través de las redes. Un niño pequeño no sabe gestionarlo”.
Y termina con una afirmación a la que nos sumamos: “Los niños tienen que aprender y entrar poco a poco en la tecnología”.
