En el siglo XV comenzó la que se conoce como “la revolución científica”. Desde entonces, nada ha vuelto a ser igual: donde antes mandaban dioses y mitos, la ciencia ha aportado datos y conocimiento. Sin embargo, algunos de los avances científicos que más han hecho progresar al ser humano, casi nunca se citan entre los más importantes. Por eso, hoy en El Telescopio te traemos cinco descubrimientos que nos han cambiado la vida y de los que, quizá, no hayas oído hablar tanto como deberías.

La historia de la ciencia es la victoria de la razón sobre la superstición

Un viaje de cinco siglos y pico

El viaje del conocimiento humano desde el siglo XV hasta nuestros días representa una de las mayores hazañas intelectuales de nuestra especie. Un recorrido en el que las mentes privilegiadas eran consideradas brujas y magos y en el que la superstición poco a poco ha ido perdiendo terreno. .

Este período, hasta el siglo XVII, fue testigo de teorías revolucionarias que desafiaron paradigmas milenarios. Por eso, nuestro primer protagonista tiene que ser Nicolás Copérnico, que se atrevió a destronar a la Tierra del centro del universo.

Teoría heliocéntrica

La publicación en 1543 del De revolutionibus orbium coelestium de Copérnico representó un punto de inflexión. Su trabajo sentó las bases para la astronomía moderna y desafió el modelo geocéntrico de Ptolomeo, que situaba a la Tierra como centro del sistema solar, alrededor de la cual giraban todos los planetas y el Sol.

Este médico de formación, que solo ejercía su profesión para atender a personas sin recursos y que no llegó a ver publicado su trabajo [se dice que murió el mismo día de la impresión del primer ejemplar] cambió la forma de entender el universo, a pesar de haber presentado su teoría como un modelo matemático teórico, para evitar a la Inquisición.

Microscopio

El siglo XVII trajo consigo otra revolución silenciosa pero igualmente profunda con la invención del microscopio por Antonie van Leeuwenhoek. Este descubrimiento revolucionario transformó nuestra comprensión de las estructuras celulares, los microorganismos y los procesos biológicos. Por primera vez, el ser humano pudo observar lo invisible.

La culminación de este período llegó con Isaac Newton y su Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica en 1687. Sus leyes del movimiento y la gravitación universal no solo explicaron el movimiento de los planetas sino que establecieron los principios fundamentales que aún hoy rigen la física moderna. Pero Newton es demasiado conocido, así que no cuenta. 

Electromagnetismo

Durante los siglos XVIII y XIX, la era de la Ilustración y el amanecer de la biología moderna trajeron consigo innovaciones significativas. James Clerk Maxwell consolidó el electromagnetismo en el siglo XIX, al unificar la electricidad, el magnetismo y la luz en una teoría coherente que demostró la interconexión fundamental entre diferentes campos científicos.

El legado de Maxwell es tan fundamental que Albert Einstein tenía una foto suya en su despacho junto a las de Newton y Faraday. El genio de la relatividad dijo que los trabajos de Maxwell fueron "los más profundos y fructíferos que la física ha experimentado desde los tiempos de Newton".

Sin sus descubrimientos, hoy no tendríamos teléfonos móviles, ni internet, ni radio, ni GPS, así que más te vale tenerlo en un altar. Y, por si eso fuera poco, también desarrolló el proceso de la fotografía en color y demostró que cualquier color puede crearse al mezclar rojo, verde y azul.

Principio de Incertidumbre y su influencia en la mecánica cuántica

El siglo XX marcó el inicio de una era de avances científicos sin precedentes. Las teorías monumentales como la relatividad de Einstein y el establecimiento de la mecánica cuántica han influido profundamente tanto en la física teórica como en la tecnología práctica.

Pero hoy nos queremos fijar en otro personaje, mucho menos conocido, de quien se dice que llegó a sabotear, de forma intencionada, el programa nuclear del ejército nazi, para que no ganase la Segunda Guerra Mundial. Se trata de Werner Heisenberg, creador del principio de Incertidumbre que revolucionó la física cuántica y nuestra comprensión del universo. Y lo hizo con solo 26 años,

Edición genética

Por supuesto, nuestro último descubrimiento tenía que ser obra de mujeres. Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier ganaron el premio Nobel de de Química en 2020 por el desarrollo de CRISPR-Cas9, una herramienta revolucionaria de edición genética.

Sus “tijeras genéticas” permiten modificarlo y mejorarlo para evitar todo tipo de enfermedades. Son “una herramienta para reescribir el código de la vida”, como destacaba el jurado de los premios.

La organización de los Nobel destacaba también que con su descubrimiento, “los investigadores pueden cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con una precisión extremadamente alta. Esta tecnología ha tenido un impacto revolucionario en la vida de las ciencias, contribuye a crear nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar las enfermedades hereditarias”.

boton whatsapp 600