En la era digital actual, la tecnología juega un papel fundamental en nuestra sociedad, porque impulsa cambios y mejoras significativas en diversos aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, también puede tener un impacto negativo en términos de exclusión social y laboral.

“Las nuevas necesidades surgidas en la era digital han supuesto una transformación en el mercado laboral, tanto para las empresas como para los clientes”, explican desde la Fundación ”la Caixa”.

Las nuevas necesidades han supuesto una transformación en el mercado laboral

Abriendo puertas con tecnología

No es de extrañar que algunas empresas y organizaciones estén trabajando para cerrar esa brecha digital, como la propia Fundación ”la Caixa”, que ha impulsado, junto a la Fundación Accenture, la formación Trabajando en digital para acompañar a personas en situación de vulnerabilidad.

“Su objetivo es impulsar la digitalización para favorecer la mejora de sus competencias tecnológicas y lograr así su inclusión social y empleabilidad”, explican desde la entidad. En 2022 participaron en ella 12.574 personas.

La formación, impartida por distintos técnicos del programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”, abre la puerta a profesiones que demandan conocimientos tecnológicos para manejar nuevas herramientas en el día a día: desde el sector de la hostelería hasta el sector de la logística.

La carencia de competencias y de acceso es una gran barrera de acceso al mercado profesional

Pandemia

La pandemia puso de manifiesto el riesgo que supone la brecha digital, en especial para los segmentos de población menos favorecidos. Cruz Roja distribuyó en España en préstamo tablets y tarjetas SIM, con la colaboración de la Fundación Vodafone, que aportó de manera gratuita la conexión de datos necesaria para que los niños y las niñas de 8.500 familias pudieran seguir conectados desde sus casas.

La organización explica que “la carencia de competencias digitales y de acceso a conectividad se ha convertido en una gran barrera de acceso al mercado profesional”. Su proyecto #EmpleandoDigital tiene como objetivo “actualizar, mejorar e innovar los protocolos en un mercado laboral modificado por la transformación tecnológica”. Desde su puesta en marcha, más de 10.000 personas [la mitad, mujeres] han desarrollado sus competencias tecnológicas. 

El 44% de los adultos en la Unión Europea carece de habilidades básicas en tecnología

Desigualdad de habilidades

A medida que la tecnología avanza, es fundamental contar con habilidades digitales para participar plenamente en la sociedad actual y en el mercado laboral. Sin embargo, según la Comisión Europea, aproximadamente el 44% de los adultos en la Unión Europea carece de habilidades básicas en tecnología digital.

Esa falta de capacidades puede limitar el acceso a empleos bien remunerados que requieren competencias tecnológicas. Esto puede generar una brecha de habilidades en la fuerza laboral, en la que quientes cuentan con ellas tienen más oportunidades y ventajas competitivas en comparación con quienes no las han adquirido. La clave para abordar esta situación es brindar oportunidades de capacitación en habilidades digitales y promover la alfabetización tecnológica en todas las etapas de la vida.

Además, la automatización y la inteligencia artificial están transformando rápidamente el mercado laboral. Si bien la tecnología ha creado nuevas oportunidades de empleo en algunos sectores, también ha provocado la desaparición de otros. Según un informe del McKinsey Global Institute, se estima que para 2030, entre el 75% y el 375% de los trabajadores podrían necesitar adquirir nuevas habilidades o cambiar de ocupación debido a la automatización.

Más de la mitad de la población mundial carece acceso a internet

Acceso desigual a la tecnología

Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), aproximadamente el 53% de la población mundial no tenía acceso a Internet en 2020. Esta carencia limita significativamente las oportunidades educativas, laborales y de desarrollo para quienes no pueden utilizar estas tecnologías.

En áreas rurales o comunidades de bajos ingresos, el acceso a Internet de alta velocidad puede ser limitado o incluso inexistente, lo que dificulta la participación plena en la economía digital y el acceso a servicios públicos en línea. La falta de acceso a la tecnología y a la conectividad adecuada puede crear una brecha entre quienes tienen acceso a la información, las oportunidades laborales y los servicios; y quienes que se quedan rezagados.

Discriminación algorítmica

También los algoritmos y los sistemas de inteligencia artificial se utilizan cada vez más para tomar decisiones en áreas como la contratación, el crédito y la justicia. Sin embargo, estos modelos pueden estar sujetos a sesgos y discriminación.

Por ejemplo, los algoritmos utilizados en los procesos de selección de personal pueden estar influenciados por sesgos inconscientes, lo que resulta en pérdida de oportunidades para ciertos grupos de personas. Esto puede perpetuar la discriminación en el lugar de trabajo y dificultar el acceso equitativo a oportunidades laborales.