Cualquiera podría pensar que Marcos Alves ya lo ha hecho todo en la vida: fue el fundador de El Tenedor, que después vendió a Tripadvisor y que lideró durante ocho años más. Así que, ¿que para qué meterse en más líos?

Pues hace solo seis meses que salió de la compañía y ya está de lleno en otro. Se llama Luda Partners y tiene una solución para algo que no solemos tener muy en cuenta. “En España y a nivel mundial hay una problemática con ciertos medicamentos que no encuentras en la farmacia”, explica.

Marcos Alves es el CEO de Luda

Este año, Luda Partners ha conseguido que 24.000 personas encontrasen el producto que necesitaban

Un proyecto social

Asegura que ese punto social de la compañía de ayudar a quienes buscan los medicamentos fue la clave para decidirse a embarcarse en ella. Porque no se trata de casos aislados: “la media en el país es del 10 por ciento, en Madrid y Barcelona de un 7, en Andalucía un 17, hay regiones en las que puede llegar a un 50 por ciento. Y eso es un problema para ciertas personas”.

De hecho, solo este año Luda Partners ha conseguido que 24.000 personas encontrasen el producto que necesitaban y para el que “estaban desabastecidas”.

El que es emprendedor, tiene ese ADN

El camino menos fácil

Cuando le comentamos si no habría sido una opción más fácil continuar como directivo de una empresa bien establecida, en lugar de volver al mundo del emprendimiento, se echa a reír. “Ha sido un cambio vertiginoso, pero el que es emprendedor tiene ese ADN”, contesta.

Confianza en el proyecto no le falta: “Espero que se pueda hacer muy grande. Tenemos mucha ambición y es un proyecto que puede ser muy escalable e internacionalizable”.

Esa motivación ha sido más fuerte que la posibilidad de optar por la vía fácil de quedarse donde estaba o en una posición similar. “A otros perfiles el confort les hubiera gustado más que el camino por el que yo he optado. Espero que me salga bien”, dice entre risas.

Es un proyecto que puede ser muy escalable e internacionalizable

Futuro prometedor

Nos explica cómo durante estos años “he aprendido mucho, he aprendido a escalar, a abrir compañías, a integrarlas, temas de cultura de empresa…”. Algo que le hacía sentir “preparado y con mucha experiencia para arrancar otra cosa”.

Eso sí, con las exigencias del guion del emprendimiento: “Sin salario, haciendo un poco de todo. La vuelta al rock&roll. Pero es lo que me gusta”. Y reconoce que el proyecto lo motiva, también por el equipo: “Estamos montando un dream team. Y eso también es muy bonito, volver a arrancar un proyecto, volver a construir algo”.

Hay que aprender a decir que no a posibles distracciones

Aprender de la experiencia

Le pedimos que dé un consejo a quienes estén empezando a emprender, desde su perspectiva de éxito, pero se niega con un “yo no soy quién para darlos”. Pero sí nos dice lo que a él, personalmente, ha hecho bien y ha hecho mal. De hecho, su primera intentona no salió bien y tuvo que cerrar a los tres años, “porque tomé decisiones erróneas en el ámbito de los recursos humanos, en la parte financiera. Pero aprendí mucho y esas decisiones me permitieron reforzarme, ser más atento y estudiar más esta parte que no tenía controlada”.

Entre sus aprendizajes, destaca la necesidad de focalizar y tener unos valores definidos: “Para mí, ser emprendedor significa tener humildad, resiliencia, capacidad de esfuerzo y sacrificio. También la ambición creo que es importante”.

Además, hay que “aprender a decir que no” a posibles distracciones porque “mantener el foco es una premisa del emprendimiento. En El Tenedor nos preguntaban: ¿por qué no hacéis delivery? Siempre nos enfocamos en reservas en restaurantes y eso nos hizo ser el número uno”.

Algo que también podría haber sucedido con Luda Partners y la tentación de vender datos: “No son nuestro oficio” afirma categórico. Y añade: “Tenemos tres reglas de oro: siempre se elige la farmacia más cercana, no se comparan precios y no se venden datos. Y viene por contrato”.

Montar una compañía para forrarse es un error

Solucionar problemas

Alves sabe lo duro que es el emprendimiento. Cree que lo importante no es intentar ganar mucho dinero, sino responder a la pregunta de qué valor aporta tu propuesta al cliente. “Si alguien está montando una startup o una compañía para forrarse, mi opinión es que es un error. Tú montas una compañía porque quieres ayudar a un mercado, a una industria, a un perfil de usuario”.

En su caso, el objetivo es ayudar al ecosistema farmacéutico y conectarlo al mundo digital. Para conseguirlo, su solución pone en contacto a todos los actores del sector [farmacias, laboratorios y, por supuesto, pacientes] para que el producto en cuestión esté disponible en el punto más cercano a la persona que lo necesita. Si se trata de medicamentos, la farmacia más próxima. Si son artículos de parafarmacia, incluso se completa la compra online.

Algo que supone un impulso digital para un sector que cuenta con restricciones importantes para transformarse: “las farmacias tienen una dificultad muy grande para vender online. Hay cuatro o cinco muy grandes en España que son capaces de hacerlo, porque han invertido millones de euros en su marketplace, su e-commerce y demás. Pero la mayoría no tienen la posibilidad de hacer esa inversión. Es muy complejo”, dice Alves. Además, en nuestro país por canales digitales solo se pueden vender productos de parafarmacia.

Alves señala el impacto positivo que tiene en el medioambiente, porque “reduce la huella de carbono. Cuando compras digitalmente en cualquier web conectada a la red de Luda Partners, no sale nada de ningún almacén”, sino de “la farmacia más cercana”.