La denominación de origen Rueda lleva más de 40 años velando por la calidad de los vinos producidos en la región. Pero no solo por eso, también por el respeto al medio ambiente y por garantizar un modo de vida y de supervivencia para pueblos que, quizá sin la industria vitivinícola, habrían desaparecido. Un total de 74 municipios, de los cuales 53 se sitúan al sur de la provincia de Valladolid, 17 al oeste de Segovia y 4 al norte de Ávila.

Hemos hablado con su director general, Santiago Mora, para que nos explique la apuesta por la sostenibilidad de un sector en el que las exigencias son cada vez mayores, tanto por la legislación, como por las tendencias del mercado. 

¿Impacta mucho el vino en el medio ambiente?
“El vino es un cultivo en el que la intervención de los productos químicos no es de por sí demasiado alta. A partir de ahí, es verdad que hay una tendencia muy importante -y aquí en Rueda también- para convertir el viñedo en ecológico y al mismo tiempo disminuir los productos químicos a la mínima expresión, siguiendo la normativa en vigor. 

¿Cómo enfocáis el producto ecológico?
Un tercio de nuestras bodegas, 24, cuentan con vinos con certificación ecológica. En algunas de ellas, la totalidad del producto es ecológico. 

Rueda tiene una circunstancia especial: la meseta. Estamos entre 700 y 900 metros de altitud, el cascajo es el suelo típico, arenoso en la zona de Segovia. Con una media de pluviosidad entre 300 y 500 litros al año y con este tipo de suelos que drenan bien y que permiten el laboreo, se reducen al mínimo las enfermedades provocadas por el exceso de agua, ya sea el mildiu o el oidio. 

Esto nos sitúa en una posición muy interesante de cara a la reconversión del viñedo en ecológico. De hecho, cada vez hay más bodegas y más viñedos que se acomodan a la normativa actual y cambian la forma de trabajar. Además de convertir el viñedo en ecológico, tienes que estar al menos cuatro años utilizando solamente productos orgánicos. 

La uva verdejo lleva mil años en la zona de Rueda
La uva verdejo lleva mil años en la zona de Rueda

¿Se puede ser ecológico y luchar contra esas enfermedades?
Estamos hablando de cambiar del concepto curativo al preventivo; es decir, una vez que tienes una enfermedad de este tipo es más complicado encontrar  los remedios ecológicos, por eso es importante tener un trabajo más de prevención. Esos tratamientos sí se han demostrado más eficaces. 

También utilizamos métodos biológicos para el control de plagas. Son perfectamente compatibles con los ecológicos, a través de confusión sexual, feromonas y diferentes procesos que se utilizan cada vez más. 

¿Es algo que exige el mercado?
Sobre todo en determinados países. Pero Rueda tiene una buena posición de partida para afrontar esa tendencia y, al mismo tiempo, de alguna forma demostrar que es posible hacer un vino ecológico y con una calidad igual o mejor. Y el consumidor lo va entendiendo, que es lo importante. 

¿Cómo se cambia la forma de hacer las cosas?
Estamos todo el rato haciendo actividades de formación para reconvertir, porque el tema ecológico requiere mucha formación y vemos que hay mucho interés. 

O sea, que sois una DO sostenible
Se habla de sostenibilidad en muchos aspectos. Este es uno de ellos, pero también una de las claves para entender el éxito de los verdejos de Rueda reside en un aspecto fundamental de la vendimia, que es la diferencia térmica entre el día y la noche. En Castilla en esta zona en los momentos de vendimia puedes tener 8 o 10 grados de noche y más de 20 de día. La diferencia térmica es muy importante. El sol del día y el azúcar te garantizan el alcohol. Y, por otro lado, la noche tan fría te garantiza la acidez. 

La vendimia que hacemos es mecánica en el 97 por ciento de la superficie. Esto significa que se vendimia en el momento correcto, por la noche y llega a bodega en condiciones perfectas de temperatura. Con 8 o 10 grados, la uva llega con una bajada de temperatura que hace que no haya que enfriarla tanto en el lagar, por lo que el consumo energético es mucho menos importante. 

¿Cómo estáis gestionando el agua?
Tenemos viñedo de regadío por goteo; no son grandes consumidores de agua, no necesitan tanta como otros cultivos. Es verdad que se consideraba tradicionalmente de secano y cada vez se considera más de regadío. Pero un regadío controlable, con un consumo de agua mucho menor que otros. 

Dentro de la uva más conocida de la denominación de origen, la verdejo, hay muchos portainjertos con más resistentes a la sequía, con más capacidad para enraizar y acceder al agua. Eso hace que sean menos intensivos en necesidad de riego.

Una uva muy especial…
Lleva mil años aquí. En mil años, esta zona ha sufrido períodos mucho más áridos y también mucho más fríos y ha sido capaz de adaptarse a las circunstancias más extremas. Eso también es sostenibilidad. El producto de la tierra. Ahora se ha puesto muy de moda importar cultivos tropicales que son consumidores intensivos de agua. 

¿No os afecta el cambio climático?
El cambio climático influye en las tendencias en el mundo del vino. Todos los expertos están apuntando en una misma dirección: las variedades autóctonas, que llevan mucho tiempo adecuándose al entorno, a las temperaturas y al cambio de climas.