El océano -o, si prefiere usted, los océanos- forman casi tres cuartas partes de nuestro planeta y albergan el 90 por ciento de la biosfera. Su papel en el clima y, en general, en la vida en la Tierra es fundamental. Y, poco a poco, los seres humanos estamos acabando con él y, de rebote, con nuestra propia especie.  

Un equipo de expertos de la Universidad inglesa de Reading ha creado modelos para calcular por primera vez el cambio de las temperaturas y los niveles de sal, que son indicadores fidedignos de la crisis climática provocada por el ser humano, en base a datos obtenidos de observaciones en áreas profundas de los océanos. 

La contaminación más dañina para los océanos es la que no se ve

La contaminación más dañina para los océanos es la que no se ve

El nivel de sal en los océanos podría superar el 50 por ciento a mediados de siglo e incluso alcanzar el 80 por ciento en 2080

Más sal

Los autores de la investigación estiman que el nivel de sal en los océanos podría superar el 50 por ciento a mediados de siglo e incluso alcanzar el 80 por ciento en 2080, en el escenario más pesimista. Una tendencia que evoluciona a mayor ritmo en los océanos del hemisferio sur que en los del norte. 

"Hemos visto cambios en las temperaturas de los océanos en la superficie (de las aguas) por el cambio climático durante décadas, pero los cambios en amplias áreas del océano, particularmente en las profundidades, son mucho más difíciles de detectar", explica Eri Guilyardi, uno de los autores de la investigación de la Universidad de Reading y del Laboratorio de Oceanografía y Clima de París. 

Los cambios en amplias áreas del océano, particularmente en las profundidades, son mucho más difíciles de detectar

Las investigaciones previas se habían centrado en el impacto del cambio climático en los océanos a través de la medición de las temperaturas en la superficie de las aguas, el aumento del nivel del mar y las lluvias, pero no en las profundidades de los océanos dada las dificultades para medir las temperaturas y los niveles de sal. 

Se calcula que la cifra total de deshechos plásticos vertidos en el Atlántico en los últimos 65 años ronda los 17 millones de toneladas

Plásticos y microplásticos

Al cambio climático, se suma la contaminación. La masa 'invisible' de microplásticos presente en las aguas superiores del Atlántico oscila entre los 12 y los 21 millones de toneladas, lo que ha llevado a los científicos a pensar que la cantidad total de basura plástica en ese océano es al menos diez veces mayor de lo estimado, señala un estudio que publica Nature Communications. 

Se calcula que la cifra total de deshechos plásticos vertidos en el Atlántico en los últimos 65 años ronda los 17 millones de toneladas, lo que refleja que este problema medioambiental ha sido "sustancialmente subestimado" durante décadas, según el estudio. 

Posiblemente este error de cálculo se debe a que antes no se medían las concentraciones de partículas microplásticas más allá de la superficie del océano, explica la investigadora y coautora del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido (NOC), Katsiaryna Pabortsava. 

Antes no se medían las concentraciones de partículas microplásticas más allá de la superficie del océano

Hasta 200 metros de profundidad

El estudio ha medido por primera vez la cantidad de desechos plásticos en los primeros 200 metros de profundidad del Atlántico y "desde el Reino Unido hasta las Malvinas", detalla la científica. 

Los autores de la investigación filtraron grandes volúmenes de agua de mar a tres profundidades seleccionadas hasta los 200 metros y, mediante la técnica de imágenes espectroscópicas, detectaron e identificaron numerosos contaminantes plásticos. 

El estudio se centró en tres de ellos: el polietileno, el polipropileno y el poliestireno, los tipos de plástico más usados comercialmente y también los más contaminantes, y todos ellos, de menos de 1 milímetro. 

El Atlántico podría albergar unos 200 millones de toneladas de basura plástica

Los cálculos apuntan que el Atlántico contiene, en sus primeros 200 metros de profundidad, entre 12 y 21 millones de toneladas de este tipo de microbasura, tan pequeña que ni se ve. 

Por tanto, "si asumimos que la concentración de microplásticos de las capas superiores es representativa de la que hay hasta el fondo marino, que tiene una profundidad media de unos 3.000 metros, entonces el Atlántico podría albergar unos 200 millones de toneladas de basura plástica" y "solo de los tres tipos de plástico que se han analizado en el estudio", afirma el investigador del NOC y coautor del trabajo, Richard Lampitt. 

Los resultados de la investigación muestran que "la cantidad de basura es mucho mayor de lo que se ha estimado", unas diez veces más, por lo menos, según Lampitt. "Nuestro estudio demuestra que los científicos hemos tenido una comprensión totalmente inadecuada incluso del detalle más simple: saber cuánto plástico se vierte en el océano, algo que hemos subestimado enormemente", concluye.