La directora general del Fondo Monetario Internacional [FMI], Kristalina Georgieva, asegura que la situación actual solo puede ir a peor si no actuamos, en relación al cambio climático y como análisis previo, de cara a la COP27.

Georgieva acaba de publicar un post en el blog del FMI en el que desgrana las tres prioridades críticas para recuperar el camino a las cero emisiones. Y advierte: “Esto solo puede ir a peor si no actuamos”.

Esto solo puede ir a peor si no actuamos

Los efectos del cambio climático: solo puede ir a peor

“Este mismo año hemos visto los cada vez más devastadores efectos del cambio climático; la tragedia humana y la turbulencia económica con tifones en Bangladesh, inundaciones sin precedentes en Pakistán, olas de calor en Europa, incendios sin control en Norteamérica, ríos secos en China y sequías en África”, explica.

La máxima responsable del FMI explica que “la comunidad científica predice que si continúa el calentamiento global, se producirán desastres más devastadores y disrupción de los patrones de clima a largo plazo, que destruirían vidas y formas de vida”.

Hasta 216 millones de personas podrían migrar dentro de sus países

Migraciones en masa

La principal consecuencia podrían ser las migraciones en masa. Como señala el informe Groundswell sobre los movimientos de personas provocados por el cambio climático, el total de desplazamientos dentro de los propios países podría alcanzar los 216 millones de individuos.

“Migrarán de áreas con menor disponibilidad de agua y productividad de los cultivos y de áreas afectadas por subidas del nivel del mar y tormentas”, señala el informe. Según sus previsiones, aparecerán “puntos calientes” de migración en 2030 y se extenderán e intensificarán hasta 2050.

El calentamiento global podría superar los 2ºC y ser irreversible

Kristalina Georgieva insta a actuar ya contra el calentamiento global

Por eso, Georgieva asegura que “si no conseguimos colocar a las emisiones en la trayectoria correcta antes de 2030, el calentamiento global podría superar los 2ºC, con el riesgo de alcanzar puntos de inflexión tras los que el cambio climático se autoperpetúa”.

Queda la esperanza de actuar ya y “no solo evitar lo pero, sino también elegir un futuro mejor”. Tomar las decisiones adecuadas puede hacer que “la transformación verde traiga un planeta más limpio, con menos contaminación, economías más resilientes y personas más sanas”.

Georgieva propone políticas firmes, adaptación al calentamiento global y apoyo económico

Tres frentes

Su análisis señala a tres frentes de actuación: “políticas firmes para alcanzar las cero emisiones netas en 2050, medidas fuertes para adaptarnos al calentamiento global en el que ya estamos atrapados y apoyo económico sólido para ayudar a los países vulnerables a pagar sus esfuerzos”.

“En primer lugar, es vital que limitemos el incremento de temperatura entre 1,5ºC y 2ºC. Conseguirlo antes de 2050 exige recortar las emisiones entre el 25% y el 50% antes de 2030 en relación a los niveles de 2019”.

Estas cifras coinciden con las expuestas por Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa Medioambiental de Naciones Unidas, como te contábamos ayer mismo en El Telescopio.

Necesitamos desesperadamente actuar para ponernos al día

Buenas y malas noticias

La “buena noticia”, según Georgieva, es que “unos 140 países -que generan un 91% de las emisiones de gases de efecto invernadero- ya han propuesto o fijado sus objetivos de cero emisiones netas para mediados de siglo”.

Las malas, recuerda, “es que la retórica de cero emisiones netas no se corresponde con la realidad”. Según detalla, “conseguir realmente” ese objetivo “significa que incluso más países tienen que hacer más para reforzar los objetivos de reducción de emisiones, en especial las economías grandes”.

Los datos del FMI apuntan a que los compromisos actuales supondrán una reducción de solo el 11 por ciento, lo que supone una diferencia con las metas fijadas que Georgieva califica de “enorme” y “equivalente a más de cinco veces las emisiones actuales anuales de la Unión Europea”.

El precio suelo del carbono en 25-75 dólares es clave

Políticas que incluyan “el precio del carbono

Por eso incide en que “necesitamos desesperadamente implementar para ponernos al día”. Algo que “requerirá un conjunto de incentivos que animen a las empresas y hogares a priorizar bienes y tecnologías limpios en todas sus decisiones”.

El equilibrio perfecto, a su juicio, son políticas que incluyan “el precio del carbono”, además de “suprimir los subsidios a los combustibles fósiles”, junto con “medidas alternativas que puedan conseguir resultados similares”.

El coste suelo del carbono es una de las claves: “Pedir a los grandes emisores que paguen un precio mínimo de 25-75 dólares por tonelada de carbono, en función del nivel de ingresos nacional”.

Pero no se trata de “impuestos per se. Sería colaborativo, pragmático y equitativo”.

Georgieva advierte de que “las personas y las economías en todas partes están pagando el precio cada día”. Y denuncia la desigualdad que implica esta situación: “Mientras que las grandes economías son las que más contribuyen [en emisiones] y deben generar la mayor cuota de recortes de emisiones globales de gases de efecto invernadero, las economías más pequeñas pagan los mayores costes y deben afrontar la mayor factura por la adaptación”.