“El impacto negativo del cambio climático es más intenso cada año”. Esa es la advertencia de Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa Medioambiental de Naciones Unidas en la presentación del Emissions Gap Report 2022 [Informe de brecha de emisiones 2022] que la institución ha publicado recientemente. Y denuncia: ”Estamos en una emergencia climática”

Andersen hace hincapié en que esa emergencia climática “trae más dolor y penuria a cientos de millones de personas en todo el planeta”. Y añade que la situación “se convierte en un problema de aquí y ahora, además de una advertencia de las consecuencias más duras que están por llegar”.

La emergencia climática traerá consecuencias más duras

Emergencia climática

El informe de la ONU sobre la emergencia climática sitúa el incremento de las temperaturas a final de siglo en 2,6ºC, “muy lejos de las metas de los Acuerdos de París”, según Andersen . “Las políticas existentes apuntan a una subida de 2,8ºC, lo que pone de manifiesto la brecha entre los compromisos nacionales y los esfuerzos para hacerlos realidad”.

La directora ejecutiva asegura que el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas y mantener la subida de la temperatura en 1,8ºC “no es creíble en el escenario actual”.

Según las estimaciones de la institución, “para mantenernos en el camino de limitar el calentamiento global a 1,5ºC necesitamos recortar en un 45% las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030”. En el caso de marcar el objetivo en 2ºC, el recorte debería situarse en el 30%.

Es dudoso que podamos reducir las emisiones lo necesario en solo 8 años

Optimismo limitado

Andersen se pregunta: “¿Es una tarea exigente transformar nuestros sistemas en solo 8 años?”. Y responde: “Sí”. Un planteamiento que no es tan optimista a la hora de evaluar nuestras posibilidades de reducir las emisiones en tan corto plazo. “Quizá no”, señala, “pero debemos intentarlo. Cada fracción de grado importa: a las comunidades vulnerables, a las especies y los ecosistemas y a cada uno de nosotros”.

Y advierte de que el resto de crisis que el mundo está afrontando deben ser gestionadas, “pero recordemos que también ofrecen oportunidades para reformar nuestra economía global”. 

Las decisiones de hoy pueden definir las emisiones durante décadas

Soluciones

El informe señala entre sus soluciones, en primer lugar evitar tomar decisiones hoy “que puedan definir las trayectorias de emisiones para las próximas décadas”. Por ejemplo, “un edificio dura 80 años de media; una fábrica alimentada por carbón, 45 años; una fábrica de cemento, 40 años”. Y advierte de que los oleoductos, gaseoductos y demás conexiones energéticas “crean dependencias que duran décadas”.

La segunda recomendación es utilizar la tecnología para impulsar las cero emisiones: “Para muchas transformaciones, también será necesario fasear el cese de las industrias de alto consumo de combustibles fósiles para escalar progresivamente las alternativas cero-carbono”.

Pero, además, es necesario “mantener reducciones profundas, por ejemplo, a través de la expansión de las renovables, electrificación de la industria, vehículos eléctricos e incremento de la tasa de modernización de los edificios”.

Cambio cultural

La ONU resalta la importancia de un cambio cultural, de normas y de comportamientos a favor de las alternativas bajas en carbono. Y señala como actores claves a quienes lideran la sociedad, la ciudadanía y el censo votante; responsables de la planificación urbanística, construcción y profesionales de la educación.

El catalizador es la innovación, los avances tecnológicos y los planteamientos que puedan ayudar a incrementar las tasas de descarbonización.