Lo primero que me llama la atención es su reloj. Y, como yo puedo ser tan friki como cualquiera, me falta el tiempo para preguntarle. Me explica que se conecta para estar siempre sincronizado con el que marca la hora oficial mundial. Quizá sea un reflejo de su capacidad para ver la utilidad de las cosas, más allá de sus aplicaciones obvias. En su mundo, las redes de distribución de energía sirven para transportar datos y para conectar a comunidades enteras. 

"La energía es el motor del desarrollo"

Se llama Agustín Delgado y es el máximo responsable de la innovación nada menos que en Iberdrola. Todo un reto. Lo asume con un punto de humildad en cada uno de sus gestos y con la seguridad de quien sabe que "nosotros lo llevamos en el adn de la compañía". Y con la responsabilidad de quien es consciente de la importancia de la tarea. "La energía es el motor del desarrollo. Hoy en día hay en el mundo 1.300 millones de personas sin acceso a la electricidad. Eso es un freno para la mejora de sus condiciones de vida". Iberdrola tiene un programa que se llama "Electricidad para todos" y que tiene el compromiso de llevar, antes del año 2020, electricidad a 4 millones de esas personas que ahora mismo no tienen acceso a ella.

"Que llegue la electricidad a todo el mundo es una obligación"

La tarea de hacer que todas las personas tengan acceso a la electricidad es a su juicio obligación de "todas las empresas del sector energético, públicas y privadas"

Esa es la única manera, afirma, de que el sistema energético sea sostenible. "Se tienen que cumplir tres condiciones. La primera, en la que pensamos todos, que sea respetuosa con el medioambiente". Pero eso no es suficiente. "El suministro también tiene que ser de calidad", algo a lo que estamos "muy acostumbrados" en los países desarrollados, pero que debe ser la norma en otros lugares. Y, por último, debe ser rentable. 

La tarea no es sencilla y no debe ser entendida en términos de ayuda humanitaria. "Hay que desarrollar modelos de negocio válidos para esas comunidades. En los países desarrollados tenemos redes de distribución muy consolidadas y puede que ese concepto no sirva. Pero tampoco es muy diferente del que tuvimos aquí en España cuando se llevó la electricidad a comunidades rurales". 

SOSTENIBLE Y RENTABLE 

Delgado asegura que la base de la sostenibilidad es el negocio. "El mundo va hacia energías cada vez más renovables. La tecnología lo permite". Iberdrola es líder mundial en energía eólica con 15.000 megavatios, algo que prueba que es un modelo viable. "Hemos demostrado que esto no es una quimera, ni algo de gente de buena voluntad que lucha por el medioambiente, sino que se puede hacer un negocio sostenible".

EL FUTURO

Esa reflexión sobre la tendencia en el sector energético nos lleva a hablar del futuro. "Habrá un mix energético en el que todas las soluciones van a ser necesarias", asegura Delgado. En el último foro de Davos, el máximo ejecutivo de la compañía, Ignacio S. Galán, ya advertía de las exigencias que implica la sociedad actual. Galán cifró las previsiones de crecimiento de demanda de la energía por encima del 80 por ciento. Es decir, casi habrá que duplicar la capacidad de generación actual. 

"Tenemos que descarbonizar la economía"

Y todo eso, con una presión constante sobre el impacto en el medioambiente. "Tenemos que limitar las emisiones de efecto invernadero. Así que, lo que sí podemos afirmar es que todas las soluciones van a hacer un uso mucho menor del carbono. Tenemos que descarbonizar la economía". Un esfuerzo que debe extenderse a todos los puntos del proceso. "Siempre hablamos de generación en el sector como forma de proporcionar una energía limpia.

"Estamos configurando una red que se está transformando en una verdadera plataforma de intercambio de datos y energía"

Pero tan importante como eso son las redes de transporte. No ha habido gran innovación tecnológica hasta hace pocos años, en que empezamos a apoyarnos en todas las tecnologías de la información en ellas". El cambio en esas redes de distribución ya se está sintiendo y va más allá de los contadores inteligentes. "Ahora somos capaces de llevar a nuestros clientes la energía de una forma mucho más basada en la tecnología. Vamos a ser capaces de ofrecer servicios adicionales, como por ejemplo informar a los usuarios de en qué momento la electricidad es más barata o más cara en función, en muchos casos, de si sopla el viento o no; vamos a poder gestionar la demanda de una forma mucho más integrada". Y esos cambios supondrán, en el fondo, una nueva forma de consumir. "En el futuro, a lo mejor no se va a producir energía cuando se demande, sino que se demandará cuando se produzca. Estamos configurando una red que se está transformando en una verdadera plataforma de intercambio de datos y energía. Conceptos como la economía colaborativa van a ser más fáciles de implementar gracias a ella".

NUEVOS MODELOS

"El autoconsumo y la autogeneración son perfectamente posibles", afirma Delgado. Y matiza: "La tecnología lo permite y ahora mismo se puede instalar en cada casa un panel fotovoltaico. Pero, cuando tienes una red de distribución bien estructurada, esa solución suele ser más cara que optar por una generación renovable centralizada. Además, es más eficiente y tiene un efecto más positivo, porque el mantenimiento, la operación y la orientación de los paneles es mejor". 

"La tecnología permite instalar en cada casa un panel fotovoltacio pero es más caro que optar por una generación renovable centralizada"

Iberdrola sigue buscando nuevos caminos para la innovación. Ha creado un fondo de capital riesgo, Perseo, con el que pretende "invertir en compañías en todo el mundo, que tienen modelos de negocio o tecnología que pueden suponer un cambio disruptivo en nuestra forma de hacer las cosas y generar energía eléctrica". El fondo, de 70 millones de euros, ha servido ya para analizar más de mil empresas. "El valor para nosotros no es tanto el negocio, como el conocimiento para poder aplicarlo a nuestra compañía", explica.

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Agustín Delgado nos enseña los nuevos modelos de coches eléctricos, aparcados a la puerta de la sede de Iberdrola en Madrid. Por supuesto, él tiene un coche ecológico, aunque confiesa que es mixto. Nos explica sus ventajas despacio, como si no hubiera límite de tiempo a la hora de explicar nuevas tecnologías. Habla de Edison y de Tesla y hace un recorrido por la evolución de la generación energética en apenas unos minutos. "Empezamos con el carbón, seguimos con el petróleo y ahora estamos con el gas natural. Pero tendemos a energías cada vez más renovables". Habla de la cumbre de París, del foro de Davos y de economía colaborativa con la misma soltura. 

Como los alquimistas afirmaban ser capaces de transformar el plomo en oro, Delgado parece haber encontrado la fórmula magistral para combinar sostenibilidad, innovación, tecnología y calidad de servicio en el sector energético.