La pandemia del coronavirus, más allá de las pérdidas humanas, ha provocado una contracción de la economía mundial sin precedentes, con varios sectores completamente paralizados, como el del turismo. La reconstrucción pasa necesariamente por el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y debe tener en cuenta más que nunca el cuidado del medio ambiente, la protección de las personas y comunidades más vulnerables y la construcción de un mundo mejor para todos.

En el caso de España, con una caída de la economía en un 11%, es el país europeo que más ha sufrido las consecuencias de la pandemia. El hundimiento del turismo provocó una pérdida de unos 43.000 millones de euros, un tercio de nuestro PIB, el año pasado.

Uno de los compromisos de las empresas es actuar de forma responsable midiendo el impacto social y ambiental en la sociedad

Los expertos consideran que ha llegado el momento para una nueva reindustrialización en nuestro país, con nuevos sectores fuertes que aporten valor añadido, empleos de calidad y que sea respetuosa con el medio ambiente.

El motor de la reconstrucción pasa también por la colaboración público-privada, que permitirá movilizar recursos financieros y ejecutar las inversiones necesarias para garantizar los niveles de bienestar. Además, la actuación de las instituciones y empresas españolas debe alinearse con las acciones de la Unión Europea, y en particular con el Pacto Verde Europeo (‘Green Deal’), un plan estratégico para lograr la neutralidad climática de Europa de aquí a 2050.

“Urge establecer, territorio a territorio, un pacto social que garantice una reconstrucción económica sostenible, con el papel esencial de la empresa como parte de la solución”

El sector del agua es clave en la economía circular y contribuye al desarrollo de otros sectores. Asimismo, su papel en la lucha contra la emergencia climática es vital. “Urge establecer, territorio a territorio, un pacto social que garantice una reconstrucción económica sostenible, con el papel esencial de la empresa como parte de la solución, dentro del marco de actuación establecido por la Agenda 2030 de Naciones Unidas”, aseguran fuentes de Suez España a El Plural.

SUEZ, experto en la gestión del ciclo integral del agua y del medio ambiente, presta servicio de abastecimiento de agua potable a más de 12 millones de ciudadanos, distribuidos en más de 1.000 municipios en todo el territorio nacional. Ante los retos sociales y económicos derivados de la emergencia sanitaria, su postura es establecer un pacto social en cada territorio que garantice una recuperación económica sostenible e inclusiva, de acuerdo con los ODS de las Naciones Unidas. Este pacto contempla tres ejes principales: la solidaridad, una ocupación de calidad y la reconstrucción verde, en línea con acciones de la Unión Europea como los Fondos Next Generation o el Pacto Verde.

"Este pacto debe servir para mantener el empleo de calidad, ayudar a los que no pueden pagar el recibo y hacer inversiones para el buen funcionamiento de las infraestructuras", señalan desde SUEZ España.

El primer eje del pacto social está basado en la solidaridad con el objetivo de reducir las desigualdades. Para garantizar el acceso al agua de todas las personas, incluidos los más vulnerables, existen fondos y tarifas sociales, así como medidas de flexibilización del pago, por ejemplo. Cuentan asimismo con programas en colaboración con entidades sociales para reducir la brecha social.

El segundo eje pasa por el empleo de calidad y el desarrollo del talento a través de acciones de formación y capacitación profesional de colectivos en riesgo de exclusión, además de acciones educativas dirigidas a atraer el talento femenino, como el programa Aquae STEM. Por otro lado, los planes de igualdad de SUEZ han adoptado diversas medidas dirigidas a garantizar la igualdad retributiva, el impulso de la conciliación, la corresponsabilidad y la contratación de personas con discapacidad, todo ello con el objetivo de impulsar una sociedad más inclusiva e igualitaria.

El tercer gran eje va encaminado al impulso de la transición ecológica con planes concretos de lucha contra el cambio climático y el desarrollo de programas educativos y campañas de concienciación.