Uno de los procesos que más expansión ha tenido desde finales del siglo pasado es el turismo. La globalización, la mejora y abaratamiento de los medios de transporte y el aumento de los niveles de vida en muchos países han llevado a sus habitantes a visitar otros lugares.

Lo bueno y lo malo del turismo

Es indudable que el turismo es una oportunidad para muchas naciones, sobre todo aquellas en vías de desarrollo. Y no hay que desdeñar su importante papel para extender la cultura y acabar con los prejuicios. Ahora, no todo es bueno en el turismo. El movimiento de miles de personas hacia ciertos enclaves puede poner en riesgo su propia existencia. Es fácil de imaginar. Monumentos o paisajes naturales que se explotan por encima de sus posibilidades. Son estos los motivos que han llevado a la ONU a nombrar 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible. Los objetivos de Naciones Unidas son hacer compatibles el desarrollo económico y la creación de puestos de trabajo con la promoción cultural y la protección medioambiental.

Vehículo de desarrollo

No es un trabajo fácil. Porque aumentar la promoción para alcanzar mayor desarrollo parece directamente proporcional al aumento de visitantes. Y por lo tanto, al incremento de la degradación de los entornos. Pero sin duda, la fuerza del turismo como elemento económico merece especial atención. Desde 2009 cada año han aumentando un 4% los viajes internacionales. Y el turismo supone prácticamente el 10% del PIB mundial. Y más allá si se tiene en cuenta que el 57% de los viajeros tuvieron como destino países en vías de desarrollo y que el sector turístico es uno de los pocos que crece. Supone uno de cada once trabajos en el mundo y emplea a más mujeres que hombres.

Contacto cultural

Y por otro lado, está el indudable su papel como medio para crear puentes entre países y, sobre todo, entre personas. Para transmitir culturas y expandir la importancia de su mantenimiento. O llamar la atención sobre la necesidad de mejorar la situación de muchas comunidades. Pero que el turismo sea sostenible también tiene una derivada medioambiental. El turismo supone el 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. También pone en peligro miles de enclaves naturales. Reducir este impacto mientras aumenta el número de visitantes es el reto. [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=fqkbdEVXzWE[/embedyt]