Hablar con Carlos Moro, presidente y fundador de Bodega Matarromera, genera una extraña disonancia cognitiva: es como hacerlo con un joven emprendedor que acaba de empezar y, a la vez, con alguien que lleva más de tres décadas de éxitos y reconocimientos a las espaldas.

Carlos Moro te habla de innovación, transformación digital, ecoeficiencia y renovables con la misma soltura que lo hace de la vida en el campo y las gentes que lo habitan.

Bodega Matarromera acaba de ganar el premio a la Mejor Iniciativa en el Sector Agropecuario de la Fundación MAPFRE

Premio extraordinario

No es de extrañar que haya recibido un montón de premios a lo largo de su carrera profesional. Ayer mismo te informábamos del último [que recogerá el próximo 6 de octubre de manos de la reina Sofía]: el premio a la Mejor Iniciativa en el Sector Agropecuario de la Fundación MAPFRE.

Y asegura que, a pesar de haber recibido tantos, lo considera “algo extraordinario, algo que no nos podemos casi ni creer”. No solo por su importancia, sino “por el concepto del premio. Este en concreto nos hace mucha ilusión, por el objetivo del reconocimiento: conseguir un mundo mejor, más justo, igualitario”.

Lo valora como “un reconocimiento y una valoración de toda una trayectoria. La sostenibilidad, la atención social, el compromiso con el territorio, la innovación, son temas que llevamos buscando e intentando hacer desde hace mucho tiempo y seguiremos haciendo”.

La sostenibilidad está en el ADN y la idiosincrasia y la actitud de Matarromera

Toda una vida

Hablar de sostenibilidad con Moro es no acabar. La lista de iniciativas puestas en marcha en sus bodegas parece no terminar nunca: “No es flor de un día, es algo que está en el ADN y la idiosincrasia y la actitud de toda la familia y toda la organización”, explica.

De hecho, la compañía cuenta con un plan estratégico que abarca nada menos que un cuarto de siglo, desde su puesta en marcha en 2005, hasta 2030. “Está compuesto por diez subproyectos que tocan todos los temas”, detalla.

Los ejemplos son tantos y de tanto calado, que cuesta creer que correspondan a una sola empresa. Su bodega Emina, de Ribera del Duero, fue el primer proyecto integrado de desarrollo sostenible de su sector. “A todas las que hemos ido haciendo o comprando, les hemos ido incorporando estas medidas”, señala.

Matarromera fue la primera en hacer el cálculo de su huella de carbono

Pionera

También Matarromera fue pionera: la primera empresa de España de todo tipo de productos en hacer el cálculo de su huella de carbono y la primera de Europa en el ámbito de los vinos. El primer vino en realizarlo fue Emina blanco verdejo.

Y lo hizo a pesar de ir en contra de las prácticas generalizadas del mercado: “Ya habíamos puesto en marcha desde hacía mucho tiempo toda una serie de conceptos que nos hacían tener un buen dato. Era un momento en el que la gente tenía miedo a ofrecer esos datos, porque podían salir negativos. Lo hicimos los primeros y además con un resultado bastante bueno y con un compromiso de mejorarlo, cosa que hemos hecho. Hemos reducido los consumos de energía y hemos aumentado el uso de energías alternativas”.

Además, toda la arquitectura de sus bodegas es ecoeficiente, están trabajando para reducir al mínimo su huella hídríca y están recuperando viñedos antiguos, lo que “nos ha llevado a conseguir vinos de máxima calidad, con viñedos entre 70 y 130 años todos ellos”.

También están llevando a cabo análisis de insectos e incremento de su población para fomentar la polinización en los olivos. Y están plantando de olivos y almendros -e incluso encinas desde el último año- para reducir su huella de carbono.

En tecnología, han introducido el internet de las cosas y la digitalización para controlar las máquinas y poder reducir el consumo de energía de cada una de ellas.

Inversión rentable

“Estamos convencidos de que la sostenibilidad es un concepto positivo desde el punto de vista empresarial”, afirma Moro. Y añade que la eficiencia energética ha permitido generar importantes ahorros en tiempos de altos precios, como sucede en la actualidad. “Toda la inversión que hicimos en energías alternativas está siendo muy positiva”, afirma.

A esto se suma la ya mencionada recuperación de viñedos antiguos, que ha permitido incrementar la calidad de los vinos.

Moro habla de “economía esférica, no solo circular” y de “diversificación a través del enlace con economías circulares”. Reconoce ser “un emprendedor permanente e innato” y nos explica que “a través de estos proyectos de innovación hemos conseguido trece patentes a nivel mundial”, algunas de las cuales se han llevado a cabo, como la de deconstrucción molecular, que permite separar las moléculas de vino para después hacer la integración idónea.

Eso ha permitido, por ejemplo, la creación de la categoría de vino sin alcohol en Europa, presentada por la propia compañía, y que ha derivado en “una línea de productos muy adaptados al mundo moderna, a las personas y a la gente joven, sobre todo”.

Compromiso social

Moro asegura que los 30.000 euros de la dotación del premio irán destinados a la Fundación Carlos Moro de Matarromera, “cuyos objetivos son básicamente estos mantras que tenemos y sus fines son altruistas y benéficos”.

La compañía ha demostrado, además, su compromiso con el entorno rural. “Estamos en 35 pueblos, todos -menos uno o dos- de menos de 500 habitantes”. Ahora mismo están “creando empleo de la calidad suficiente para que la gente pueda tener una forma y un nivel de vida tan buena como en cualquier ciudad y que tenga acceso a los medios que hoy son imprescindibles, como los sistemas de comunicación”.

He vivido toda mi vida en pueblecitos pequeños, cuatro o cinco meses al año. Ahora más todavía”, explica con una sonrisa. “He visto cómo han ido evolucionando los pueblos y las gentes”. Por eso también quiere mejorar la calidad de las viviendas, el ocio, la cultura, sanidad y educación.

Carlos Moro mantiene el espíritu emprendedor y de compromiso tras más de tres décadas de éxito. La clave, asegura, está en “trabajar todos los días del año, 14 o 16 horas al día, y tener una familia que te apoya y que te empuja y un equipo profesional maravilloso, que desde siempre ha estado ilusionado y embarcado en los proyectos”.