¡Cuántas veces has visto por la calle un brazo o una pierna tatuada y han sentido cierta envidia, tanto por atreverse -con lo que dicen que duele- como por convertir una parte de tu cuerpo en un lienzo!.

Esta es el lado positivo del mundo tatoo. El negativo, que se da más veces de las deseadas sobre todo si se pregunta a sus protagonistas, tiene lugar cuando el dibujo en la piel no queda tan bien como uno se lo había imaginado.

El problema es que, una vez la aguja ha creado, ya no hay marcha atrás. Por eso adquiere mayor importancia, si cabe, la aparición de la aplicación Inkhunter.

Una vez más –dirán los friquis- la tecnología aparece para salvar el mundo o, quizás sea más correcto decir, a los incautos que deciden hacerse un tatuaje porque sí.

La idea que propone esta app es más que interesante. Permite al usuario que se la descargue comprobar cómo le sentará un diseño, así como de qué manera se adapta a la parte del cuerpo elegida para su ubicación.

Cara sonriente

Para que todo quede claro, Inkhunter incluye un tutorial en el que se explica cómo se utiliza partiendo del dibujo de una cara sonriente en el punto en el que se quiere hacer el tatoo. A pesar del toque simpático, esa cara sonriente a modo de emoji marca donde se va a superponer el tatuaje.

Uno de los aspectos más destacados de la aplicación es que, gracias a la realidad aumentada, la misma nos permite comprobar cómo luciría el diseño desde diferentes ángulos.

Sin duda alguna, esta herramienta que es gratuita y está disponible para dispositivos con sistema operativo Android o iOS, evitará un disgusto a más de uno.

A quienes ya no podrá ayudar es a los que, dándoselas de intelectuales, han recurrido a otros idiomas sin tener ni idea y han acabado con palabras o expresiones que nada tienen que ver con lo que ellos querían. Por no mencionar a aquellos y aquellas otros cuyos amores Miguel o María, para demostrar la eternidad de su amor, graban el nombre de su pareja en la piel.

El problema surge cuando esa eternidad tiene fecha de caducidad. A partir de ahí, lo que ya es eterno es el nombre de la antigua amada o amado, que le acompañarán el resto de sus vidas (y no solo en el recuerdo).

Son situaciones nada extrañas, sobre todo en relación con una práctica muy de moda en la actualidad.

Desde algunos sectores se dice que una profesión de futuro será el de los expertos en la eliminación de tatuajes porque ¿te imaginas esa espalda totalmente tatuada a cinco colores cuando su propietario tenga 75 años?

Apostamos por una aplicación que muestre cómo quedará un tatuaje cuando la edad no nos deje ser tan generosos con su exposición. Dicho queda.