Los expertos de Google se las prometían muy felices y presumían por ahí de haber logrado la supremacía cuántica. Según ellos, son necesarios diez mil años para replicar con un ordenador convencional los resultados obtenidos por su procesador cuántico Sycamore. Pero los técnicos de IBM han asegurado que pueden lograrlo en solo dos días y medio. Vamos, como si Andre Agassi le hubiese dicho a Nadal que iba a necesitar diez mil vidas para ganar el mismo número de grand slams que él [el de Las Vegas ganó ocho y el manacorí ya lleva 19].

Todo por culpa de la última carrera del mundo tecnológico: la supremacía cuántica. Si no sabe usted de qué se trata, no se deprima; es lo normal. El caso es que en 2012, el físico teórico estadounidense John Preskill acuñó el término con el que se refería al punto en el que los ordenadores cuánticos crucen un umbral en el que sean capaces de hacer cosas que los ordenadores convencionales no puedan conseguir. Y ahora todos quieren ser los primeros en conseguirlo.

En 2012, el físico teórico estadounidense John Preskill acuñó el término supremacía cuántica

Los investigadores de Google han publicado un documento académico en la revista Nature que describe su procesador cuántico Sycamore, de 53 cúbits o bits cuánticos. Según ellos, el dispositivo es capaz de realizar cálculos en 200 segundos [tres minutos y dos segundos] que un ordenador convencional tardaría diez mil años en replicar.

Respuesta de IBM

IBM ha respondido con un comunicado en el que descarta que se haya alcanzado la supremacía cuántica. Según sus expertos, “una simulación de la misma tarea puede ser realizada por un sistema clásico en dos días y medio”. Y, por si eso fuera poca humillación para Google, añaden: “Con una fidelidad mucho mayor”.

El modelo de IBM tiene en cuenta la RAM y el disco duro

La tesis de Google es que los requerimientos de memoria RAM necesaria para realizar los cálculos en un ordenador convencional serían demasiado altos. A lo que IBM argumenta que los de Menlo Park no han tenido en cuenta otros componentes del hardware clásico, como la memoria de almacenamiento. Su modelo, por tanto, tiene en cuenta tanto la RAM como el disco duro.

Y, para cerrar la discusión, afirman: “El experimento de Google es una excelente demostración del progreso en la computación cuántica basada en superconductores (…), pero no debería ser vista como una prueba de que los ordenadores cuánticos son 'supremos' con respecto a los ordenadores clásicos”.