Hace ya unos cuantos años que Google decidió abandonar China. Todo se debió a la negativa del gigante tecnológico a plegarse al control exhaustivo por parte del Gobierno asiático. O lo que es lo mismo, se fue para no tener que censurar las búsquedas que se llevaban a cabo a través de su herramienta.

Casi un década en la que intentó, en los primeros meses, saltarse la férrea fiscalización gubernamental a través de Hong Kong, o hace dos años con un amago de volver que apenas duró unas horas. Todo ha sido infructuoso.

Sin embargo, en el conjunto de la economía mundial, mercado chino es una parte del pastel demasiado apetecible, de manera que Google podría estar estudiando su regreso, eso sí, con cambios considerables e importantes.

Censura china

Lo ha desvelado el medio The Intercept. Según este digital estadounidense la tecnológica estaría analizando la posibilidad de poner en marcha algo así como una versión “censurada” de su buscador en China.

Los responsables de Google, tal y como señala la web, incluirían en esa herramienta descafeinada la prohibición de páginas y términos dedicados a cuestiones como la religión, los derechos humanos o democracia entre otros.

The Intercept apoya su información tanto en “documentos internos” de la compañía, como en “personas conocedoras de los planes”. El proyecto se desarrolla desde finales del año pasado bajo el nombre de Dragonfly (libélula en español).

Cambio radical en Google

De hacerse realidad, la multinacional de internet echaría por tierra algunos de los principios que siempre ha defendido –peculio mediante- entre los que destacaban el rechazo a cualquier tipo de censura.

Si finalmente vuelve a China, Google lo hará ‘tragando’ los mandatos del Gobierno del país asiático, es decir, los mismos o casi iguales que le llevaron a abandonarlo hace unos cuantos años.

De la información publicada se desprende que el asunto está ya muy avanzado, llegando incluso a afirmar que algunas de las versiones del nuevo buscador han sido ya mostradas a dirigentes chinos.

Se da la paradoja de que, a pesar de la censura que reina en todo lo que tiene que ver con búsquedas en internet, esta nación se ha convertido en la joya de la corona para el sector de las nuevas tecnologías. Sin ir más lejos, en la actualidad empresas chinas como Huawei o Xiaomi se sitúan entre las que más smartphones fabrican y venden en el mundo, con importantes políticas de expansión internacional.

El paso que parece que dará en breve Google (se dice que el buscador ad hoc podría estar listo en uno meses)  pone en un brete a otras grandes empresas de NNTT que también están censuradas.

El ejemplo de Facebook

De algunas de ellas, como Facebook, se supo hace un año que había logrado crear una red social bajo otro nombre, después de que en 2009 fuera prohibida por las autoridades locales. Además, la plataforma de Mark Zuckerberg ha creado una especie de filial en el país con el objetivo de operar en él siguiendo las directrices gubernamentales.

Otras multinacionales, por su parte, han sido acusadas por distintas entidades por plegarse a la censura fiscalizada por el Proyecto Escudo Dorado (más conocido como el Gran Cortafuegos o Gran Muralla de Fuego) del Ejecutivo chino. Por eso, no es descabellado pensar que algunas de ellas den más pasos en este sentido para subirse al carro que puede conducir la herramienta de Alphabet Inc.

En la actualidad, el mercado virtual chino tiene una audiencia de más de 700 millones de usuarios, que se gasta alrededor de 650.000 millones de euros al año en compras online. Este dato aumenta cada año como lo demuestra que en el último Día del Soltero que se celebra cada 11 de noviembre solo la compañía Alibaba facturó 25.386 millones de dólares (un 42% más que el año anterior).

¿Qué gran empresa está dispuesta a renunciar a esto a cambio de una ‘cesurita de nada’? Poderoso caballero es...