Estamos en Madrid, en el salón de actos en el que se entregan los premios Fundación Mapfre a la innovación social. Daniel Aragón, cofundador y Chief Technology Officer de ECGlove extrae un guante de una caja blanca con el logo de la compañía. Se lo pone en la mano derecha y apoya el índice y el pulgar en su propio pecho. Un par de segundos después, el guante proyecta un electrocardiograma en una pequeña pantalla. Parece ciencia ficción, pero es la realidad. Y no es un invento “gringo”, ha sido ideado y desarrollado en Jalisco, México, a la sombra del famoso Tecnológico de Monterrey.

Este ingeniero biomédico, de sonrisa fácil e ideas claras, quiere cambiar el mundo, evitar el mayor porcentaje posible de los 17,5 millones de muertes que se producen al año en el mundo por enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo funciona el ECGlove?
Cuando una persona llega a una clínica o un hospital, el profesional sanitario se pone el guante y coloca la mano sobre el pecho del paciente. De esta manera, puede ver muy rápidamente si trae un infarto, un pre-infarto o repolarizaciones. También mide la frecuencia cardiaca. Algunas enfermedades muy características se identifican muy rápidamente.

En México, hay más de 300.000 médicos generalistas, pero solo 10.000 cardiólogos. Las oportunidades para que te atiendan son muy bajas

O sea, es para profesionales, no para tenerlo yo en mi casa
Tenemos dos fases de comercialización. En esta primera, está orientado a los profesionales de la salud. Está muy enfocado a los mercados latinoamericanos, porque la situación -a diferencia de este lado del mundo- es bastante complicada con los médicos generales y los especialistas. En México, por ejemplo, hay menos del 1 por ciento de cardiólogos, mientras que lo normal suele ser 3,3. Hay más de 300.000 médicos generalistas, pero solo 10.000 cardiólogos. Las oportunidades para que te atiendan, son muy bajas.

Lo que buscamos es que los médicos de primer contacto tengan las herramientas y el conocimiento para derivar al cardiólogo a quien corresponda. Posteriormente, trabajando con ellos, ya podrían llegar a recomendar el ECGlove para el hogar. Estamos trabajando en una plataforma que conectará desde casa con el médico. Pero vamos paso a paso.

ECGlove es capaz de generar un electrocardiograma en cuestión de segundos

¿Por qué no ir directamente al paciente?
Queremos cuidar el concepto de seguridad y bioética y no queremos saltarnos la figura del médico. Ellos han estudiado mucho, saben mucho y a veces se sienten agredidos cuando la tecnología no toma en cuenta su conocimiento.

En México y en gran parte de Latinoamérica, la mayoría de los médicos compran sus propios equipos

¿Cómo se os ocurrió la idea?
Es una mezcla entre un trabajo de universidad y hablar mucho con profesionales de la Salud. Empezamos a un año de graduarnos. Nos pidieron un dispositivo para rehabilitación. Desarrollamos un sistema igual: un guante que, cuando tocabas el cuello, daba impulsos, para que personas con baja sensibilidad pudieran tomar el pulso.

Nos dimos cuenta de que en México y en gran parte de Latinoamérica, la mayoría de los médicos compran sus propios equipos. Nos sorprendió mucho. Gastan unos 400 o 500 euros en su equipamiento, sobre todo en instituciones públicas. Eso demostraba un gran compromiso por su parte. Y detectamos que había falta de equipo médico especializado con un precio asequible. No tienen cómo revisar el corazón.

¿Qué es lo más difícil en este tipo de proyectos?
La financiación. Es un dispositivo médico y el tiempo de retorno para los fondos a veces es mayor, por toda la regulación. Y eso es lo siguiente más complicado, la regulación. Los dispositivos tienen que ser seguros, de calidad y eficaces.Demostrar que tu dispositivo siempre hace lo que tiene que hacer, que no compromete la vida del paciente y los estándares de calidad es lo más complicado.

¿Se puede innovar en e-Health fuera de Estados Unidos?
Sí se puede. Obviamente hay lugares donde hay factores que lo hacen más sencillo. Pero al final, el que es emprendedor y trae su sueño y su visión, va a lograr su objetivo.