PlayStation no se anda con rodeos. Hace dos meses lo anunció oficialmente y este jueves ya está a la venta la nueva PlayStation 4 Pro, una versión técnicamente superior a la videoconsola de octava generación de Sony. O, como la presenta la compañía: “La consola más potente que se ha fabricado en la historia”.

PlayStation 4 se ha hecho mayor y, para su presentación en sociedad, Sony ha puesto de gala su espacio de Realidad Virtual en Madrid, donde varias decenas de periodistas han asistido en directo a lo que ofrece la máquina, de la mano del director de Marketing para el sur de Europa, Jorge Huguet.

Antes de verla en funcionamiento, Huguet ha hecho una presentación en la que ha ensalzado el valor de PlayStation no sólo como consola, sino que "empresa de contenidos", algo en lo que también influye la evolución tecnológica. El ejemplo presentado no podía ser de más actualidad: con una imagen de Stranger Things presumen de que Netflix podrá verse en 4K. Lo mismo se aplica a YouTube, pero no al Blu-Ray por “tendencias del mercado”.

También ha habido tiempo de entrar en la polémica sobre si PlayStation ha pegado el estirón demasiado pronto y sobre qué sienten los usuarios que se han comprado la versión clásica que salió al mercado hace dos años. Huguet lo ha comparado con la “innovación rápida” que experimentan “los PC, los smartphones o los coches”. Y ha aclarado que no quieren “tener jugadores de primera y de segunda. Todos los periféricos y los juegos serán compatibles en ambas consolas”.

Los datos técnicos de PlayStation 4 Pro hablan por sí solos. La GPU es el doble de rápida que la de su hermana pequeña; los 18 núcleos anteriores se han convertido en 36 y la memoria RAM se ha incrementado en 1 GB.


Demostración de Horizon Zero Dawn durante la presentación de la PlayStation 4 Pro.

A nivel visual, destaca el uso del HDR, que incrementa su rendimiento. “Se puede pasar de 30 a 60 FPS con mucha facilidad”, ha señalado Huguet. Y el 4K no será con juegos nativos en esta tecnología, pero ahí está el trabajo de los arquitectos del sistema y la magia del reescalado que consigue un efecto interesante.

Lo hemos visto en funcionamiento con la demo de Horizon Zero Dawn, que se nos ha mostrado en la versión clásica, la de HDR y la de 4K. Los cambios son espectaculares, sobre todo a nivel de iluminación -con un Sol recreado con gran detalle- y de texturas -con rocas que se vuelven granulosas y briznas de hierba que se pueden contar a 20 metros de altura-.

Y, después, ya con nuestras propias manos, hemos puesto a rodar la PlayStation 4 Pro con varios juegos triple A. La mejor prueba, de las que hemos visto, la da Rise of the Tomb Raider, que permite cambiar a la versión 4K. Es ahí cuando saltan a la vista detalles antes inapreciables, como el pelo de la capucha de Lara Croft, los botones de su abrigo o los perfilados de las montañas. ¿Son suficientes para justificar la adquisición de una nueva consola, incluso para quien tenga una pantalla en condiciones? Eso es lo que está por ver, pero la sensación, de momento, es buena.