Sony admite que Destiny 2, el título estrella de Bungie, ha tenido un rendimiento inferior al esperado desde la adquisición del estudio en 2022. La compra, valorada en 3.600 millones de dólares, se consideró estratégica en su momento, pero ahora genera dudas debido al rendimiento del juego y su incapacidad para generar ingresos constantes.

Una compra que no da los resultados esperados

Según Lin Tao, directora financiera de Sony: "En lo que respecta a Destiny 2, debido en parte a los cambios en el entorno competitivo, los niveles de ventas y la participación de los usuarios no han alcanzado las expectativas que teníamos en el momento de la adquisición de Bungie", explica. "Si bien seguimos implementando mejoras, hemos revisado a la baja nuestras proyecciones comerciales y hemos registrado una pérdida por deterioro de algunos de los activos de Bungie".

Destiny 2

La dirección de la empresa japonesa destaca que incluso con los esfuerzos realizados por actualizar y expandir ‘Destiny 2’, todavía no se ha alcanzado el nivel de rendimiento financiero que justifique la inversión realizada por Sony, algo que ha terminado por repercutir directamente en los resultados de la compañía.

Actualizar la franquicia

‘Destiny 2’, que se encuentra ahora en su octavo año de funcionamiento, debe resolver los problemas que le impiden atraer nuevos jugadores y mantener el interés de su base activa. A pesar del lanzamiento de la expansión “La Forma Final” en junio de 2024, los ingresos y la participación no tuvieron el efecto esperado. Los analistas señalan que la dificultad para expandir su comunidad se debe tanto a la larga trayectoria de la franquicia como a la creciente competencia en el segmento de juegos como servicio (GaaS).

Otros títulos, incluyendo shooters y MMO de gran presupuesto, compiten por el tiempo de los jugadores que antes se dedicaban a ‘Destiny 2’. Aunque este no es el único problema al que se enfrenta el equipo, puesto que su próximo gran proyecto, ‘Marathon’, está teniendo un desarrollo accidentado hasta el punto que es difícil asegurar su lanzamiento dentro del año fiscal que termina el 31 de marzo de 2026.

Sin posibilidad de beneficio a medio plazo

La adquisición de Bungie inicialmente se interpretó como un acierto a la hora de asentar la posición de Sony en el mercado de juegos como servicio, en consonancia con el auge del modelo de contenido continuo. Sin embargo, los resultados de ‘Destiny 2’ evidencian que incluso con la experiencia del equipo, la rentabilidad financiera no siempre se corresponde con la inversión, especialmente en un mercado en el que mantener un compromiso a largo plazo resulta cada vez más difícil.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio