Hace tan solo unos días se conocía que Donald Trump había dado la orden de atacar Irán. La decisión fue abortada minutos antes de hacerse efectiva. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasa habitualmente por la cabeza del presidente estadounidense cuando adopta medidas a todas luces improvisadas y con un riesgo que, como es lógico, va mucho más allá de su país.

Don dinero aseguran los expertos que está detrás de muchas de sus decisiones, sobre todo ahora que EEUU se encuentra a poco más de un año de las elecciones y el inquilino de la Casa Blanca está dispuesto a repetir.

Lo ocurrido con Irán no es un asunto menor. Tal vez por las terribles repercusiones que el bombardeo de zonas concretas del país hubiese tenido para la zona, a última hora se cambió el objetivo.

Así lo ha publicado Yahoo News, que sitúa en el pasado jueves el “ataque digital” contra los que califica como “espías iraníes”. La noticia, por su trascendencia, la ratificaron otros medios como The New York Times o The Washington Post y pone sobre la mesa la importancia que a partir de ahora -en realidad la tiene desde hace tiempo, pero sin constancia- tiene la ciberguerra en el panorama internacional.

Decisión gubernamental

Según los datos hechos públicos habría sido el propio Donald Trump el encargado de dar el visto bueno al ciberataque justo tras suspender los bombardeos.

De las informaciones que se han conocido también se desprende que esta batalla digital ha estado dirigida contra un grupo de “inteligencia” íntimamente ligado a la Guardia Revolucionaria iraní.

Para que no falte de nada -y sin olvidar que es el origen de la airada y bélica reacción de Trump-, la justificación de estos ciberataques se encuentra en que esos expertos iraníes serían los responsables de los ataques contra cargueros en la zona.

Por su parte, The New York Times incluso indica que el sistema de control de misiles del país de los ayatolás también fue intervenido durante un tiempo.

La guerra del futuro (presente)

Precisamente, aunque desde hace años las principales naciones del planeta trabajan en el desarrollo de la llamada ciberguerra, y a pesar de que se conocen episodios aislados de ciberataques, lo ocurrido con Irán se puede considerar como uno de los primeros al más alto nivel (y que se haya hecho público).

Sin duda alguna, su filtración a los medios de comunicación es también interesada y todo responde al dinero que mueve este tipo de industria y que, en opinión de algunos especialistas, superará con creces la del sector armamentístico tradicional.

Lo sucedido en Irán es un caso más que se suma a los casos de manipulación digital, como lo ocurrido con las elecciones norteamericanas o la votación del Brexit o, más recientemente, el apagón bajo el que quedó sumida Venezuela y que expertos en la materia atribuyeron a un ciberataque.

Sea como fuere, si la importancia de las NNTT en la vida cotidiana, normal, tranquila, de las personas es ya fundamental, en las políticas de los estados de todo el planeta será crucial -empieza ya a serlo-. Y esto con un 5G todavía en pañales.