Xavi Pascual vuelve al FC Barcelona para hacerse cargo del banquillo de baloncesto hasta junio de 2028, según anunció el club en un comunicado. A sus 53 años, el técnico de Gavà regresa tras nueve temporadas alejado del Palau, para iniciar una segunda etapa que se esperaba con ilusión entre la afición culé.

Su regreso también supone un refuerzo para la moral del vestuario, ya que varios jugadores destacan la disciplina y claridad táctica que Pascual aporta. Se espera que su influencia vaya más allá de lo puramente técnico, influyendo en la cultura de trabajo y la cohesión del equipo.

Firma simbólica y apoyo institucional

El acuerdo se cerró rápidamente, con la implicación directa de Joan Laporta y el directivo Josep Cubells, lo que demuestra la confianza que el club ha depositado en Pascual para liderar este proyecto. La firma formal se produjo en un momento delicado para la sección, marcada por complicaciones económicas, pero el regreso de Pascual ha sido visto como una apuesta decidida de reconstrucción. 

Además, su llegada genera expectativa en la afición y entre los patrocinadores, ya que Pascual ha demostrado históricamente capacidad de atraer talento y estabilidad, elementos que el Barça necesita para retomar protagonismo europeo. El retorno de Pascual no solo tiene valor táctico, sino que también representa un golpe emocional para el barcelonismo de baloncesto. Se trata del “hijo pródigo” que regresa para relanzar una época de éxitos y coherencia, con un técnico que conoce la casa, la exigencia y la mentalidad culé. Además, su presencia ayuda a consolidar la estrecha relación entre club y afición, generando ilusión y expectativa desde el primer día de su segunda etapa.

Herencia y misión deportiva

La primera etapa del entrenador catalán en los banquillos blaugranas dejó una huella inborrable. Llegó a conquistar hasta 19 títulos, entre los que destacan la Euroliga conseguida en Paris en 2010. Panathinaikos y el Zenit han sido los destinos en los que el entrenador ha seguido madurando como técnico. Su misión en su vuelta es recuperar la identidad, competitividad y la solidez defensiva que no han demostrado en este inicio de liga. 

Se espera que Pascual también impulse el desarrollo de jóvenes talentos de la cantera, integrando jugadores del filial en el primer equipo y garantizando la continuidad de un estilo de juego reconocible, caracterizado por presión defensiva y transición rápida.

Pascual asume el mando del equipo a partir del 17 de noviembre, justo después de que el Barça concluya dos partidos previstos en el Palau: uno contra la Virtus Bolonia y otro frente al Baskonia. Hasta entonces, el equipo seguirá bajo la dirección interina de Óscar Orellana, ayudante de Peñarroya, y que ya ha dirigido algunos partidos en momentos clave.

Esta transición permitirá a Pascual analizar de primera mano la plantilla, definir roles y ajustar la táctica, de manera que los primeros partidos reflejen la identidad y disciplina que busca imprimir en el equipo.

Los objetivos están claros

El regreso no es solo nostálgico. Pascual llega con una misión ambiciosa. Según analistas, su hoja de ruta incluye reforzar la defensa, fichar un pívot determinante, reorganizar el staff técnico y asegurar la presencia del Barça en los próximos torneos importantes como la Copa del Rey

A estos objetivos se suma la intención de reafirmar la identidad europea del club, manteniendo un estilo de juego reconocible y competitivo, capaz de plantar cara a los grandes equipos de la Euroliga y recuperar la posición de privilegio que el Barça históricamente ha tenido en el baloncesto continental.

No todo es optimismo: algunas voces, como la de Joan Creus, exjugador y exmánager del Barça, advierten que será complicado ganar grandes títulos si no llegan más refuerzos de peso. Además, el club asume que la plantilla necesita ajustes, especialmente para dar un salto cualitativo en la Euroliga y mantenerse entre los favoritos.

A pesar de las dificultades, Pascual confía en que su experiencia y liderazgo podrán superar estos retos y que la combinación de veteranos y jóvenes talentos dará frutos a corto y medio plazo.