Esta temporada, la UEFA Champions League abarcará más territorio que nunca, y en ese sentido, al Real Madrid le ha tocado el premio gordo: tendrá que visitar al modesto Kairat Almaty en tierras kazajas el próximo 30 de septiembre, a tan solo 200 kilómetros de la frontera con China. Un desafío que va más allá de lo que pueda suceder en el césped, ya que el obstáculo trasciende los planos tácticos y físicos: el cuadro merengue le tendrá que hacer frente a un vuelo de más de 8.000 kilómetros de recorrido y de diez horas de tiempo.

En ElPlural.com hemos hablado con Francisco José Martín Gómez, docente en el centro médico deportivo “i-Shape”, sobre los efectos adversos a los que tendrá que hacer frente el Real Madrid en su partido en Almaty. Martín Gómez, explica en qué consiste el jet lag, principal inconveniente de un viaje con estas características: “Cuando viajamos hacia el este, como en este caso, se produce un adelanto horario. Le pedimos al organismo que termine el día antes de lo habitual, y eso es un reto enorme para el cuerpo. Esto altera la cronobiología, la ciencia que estudia nuestros ritmos circadianos, que duran unas 24 horas y están regulados por un “reloj central” en el cerebro. Cuando ese reloj se desajusta, las hormonas y variables fisiológicas como la frecuencia cardiaca, la presión arterial o la temperatura corporal también se alteran, lo que repercute en la calidad del sueño, la recuperación, el rendimiento físico y cognitivo”.

El cardiólogo remarca la diferencia entre el medio de transporte usado: “Un viaje en coche de seis horas puede provocar incomodidades físicas (dolor de piernas, espalda o cuello), pero no altera los ritmos circadianos porque no se cruzan husos horarios. En cambio, un vuelo transmeridiano supone un verdadero desafío metabólico y fisiológico, ya que altera las reglas internas de nuestro cuerpo”.

Martín Gómez, también explica los diferentes síntomas a los que tendrán que hacer frente los jugadores del Real Madrid: “Sufrirán una alteración de la capacidad del sueño, teniendo dificultad para conciliarlo y sufriendo una reducción del sueño profundo, algo fundamental para la recuperación física y cognitiva. Incluso puede aparecer somnolencia diurna, con riesgo de micro sueños en los entrenamientos o reuniones tácticas”. Añade que el rendimiento en el terreno de juego puede verse afectado al tener una “menor resistencia y pérdida de capacidad en sprints o acciones explosivas” y “tiempos de reacción más lentos”, lo que puede derivar en “errores tácticos y menor capacidad de concentración”.

Tres días para reajustarse… que no existirán

Según apunta el docente en “i-Shape”, se necesita “un día por cada salto de uso horario” para adaptarse al nuevo ambiente y que estos efectos adversos aminoren (Kairat cuenta con una diferencia horaria de tres horas respecto a Madrid). Un tiempo que del que el Real Madrid no gozará. El partido en Almaty tendrá lugar el 30 de septiembre, justo en una semana en la que los blancos harán frente a dos de los partidos más exigentes de la temporada: visitará el estadio del Atlético de Madrid, viajará a Kazajistán y, a su regreso, recibirá a uno de los equipos más en forma del campeonato: el Villarreal de Marcelino.

Todo ello ocurrirá en el transcurso de una semana en la que, durante al menos 24 horas, los pupilos de Xabi Alonso estarán subidos en un avión. Martín Gómez detalla que no todos los jugadores se adaptan de la misma forma a este cambio: “Hay diferencias individuales: las personas “alondra” (madrugadoras) se adaptan mejor a los viajes hacia el este, mientras que las “búho” (más nocturnas) lo hacen mejor hacia el oeste”.

Bajo estas circunstancias, el médico añade que “no es ideal competir al máximo nivel”, pero le resta importancia, argumentando que “en deportistas de élite forma parte de su profesión, igual que un ejecutivo debe rendir tras un vuelo intercontinental. La diferencia es que, en el caso de los atletas, se busca minimizar el impacto con estrategias científicas”.

La estrategia que debe seguir el Real Madrid

Martín Gómez subraya que, ante un viaje corto con diferencia de huso horaria, lo más eficiente es mantener el horario de origen en lugar de adaptarse al local, evitando así una pérdida inmediata de sueño: “Lo más eficaz es mantener el horario de origen en lugar de intentar adaptarse al nuevo. Adaptarse implicaría una pérdida inmediata de sueño”

Para llevar a cabo esta estrategia, el experto propone una serie de medidas claras y específicas, orientadas a sincronizar el ciclo biológico de los jugadores con el horario español: “Bloquear la luz en las habitaciones para poder dormir en horas españolas, cuidando la nutrición con comidas ligeras a horas españolas, usando cafeína como estimulante antes del partido, apoyándose en melatonina o magnesio para inducir el sueño y, sobre todo, controlar la exposición a la luz natural y artificial para engañar al reloj biológico: ‘Cuando queremos que sea de día, daremos luz; cuando queremos que sea de noche, oscuridad’”. Esta estrategia integral permite mantener el cuerpo en un ciclo familiar, mitigando los efectos del jet-lag y reduciendo el impacto en la recuperación y el rendimiento.

¿Quién es el Kairat Almaty?

Fundado en 1954, el Kairat Almaty es uno de los clubes más antiguos y laureados de Kazajistán. A lo largo de su historia, también fue conocido como Dynamo, Lokomotiv y Urozhai antes de adoptar de forma definitiva el nombre de Kairat. Durante la época soviética, fue el representante de su país en la Soviet Top League, la máxima categoría en aquel entonces, en la que se mantuvo durante 24 temporadas.

El club también significó un símbolo cultural, ya que sus encuentros suponían un espacio representativo para Kazajistán en medio de la jerarquía soviética. Compartió una gran rivalidad con el Pakhtakor Tashkent de Uzbekistán, en lo que se convirtió en el derbi de Asia Central. Un duelo que marcó un tiempo de tensiones entre ambas repúblicas.

Tras la independencia del país en 1991, el Kairat siguió siendo uno de los protagonistas del fútbol local, conquistando cuatro ligas y diez copas, atravesando por el camino varias crisis profundas, que le hicieron perder a sus patrocinadores y quedar al borde de la desaparición. En 2009 descendió a segunda división de forma administrativa tras declararse en quiebra, pero resurgió gracias a nuevos inversionistas, recuperando su sitio en la Premier League kazaja. Esa llegada de capitales privados permitió que el club volviera a tener relevancia, logrando con su clasificación frente al Celtic el mayor logro de su historia.

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