El debate sobre los salarios en el fútbol nunca desaparece. Cambian los nombres, los clubes y los contextos, pero la pregunta se mantiene intacta: cuánto gana realmente una estrella del fútbol moderno. En 2025, con la industria más globalizada que nunca, los sueldos de los grandes centrocampistas reflejan no solo su rendimiento deportivo, sino también el momento económico y estratégico de cada club. La comparación entre Frenkie de Jong y Aurélien Tchouaméni sirve como una radiografía precisa de esa realidad.

Ambos son piezas fundamentales en dos de los clubes más poderosos del planeta. Ambos ocupan el eje del juego, sostienen proyectos deportivos ambiciosos y representan a una generación llamada a dominar el fútbol europeo durante años. Sin embargo, sus contratos cuentan historias muy diferentes sobre gestión financiera, presión mediática y expectativas deportivas.

De símbolo del exceso a la renegociación

En el FC Barcelona, Frenkie de Jong ha vivido todas las etapas posibles desde su llegada en 2019: fichaje ilusionante, intocable táctico, símbolo de los excesos salariales de la era Bartomeu y, ahora, protagonista de una renegociación necesaria. Hace apenas unas semanas, el centrocampista neerlandés renovó su contrato con el club azulgrana en un contexto marcado por el fair play financiero.

Esa renovación implicó una reducción significativa de su salario, dejando atrás una etiqueta que le persiguió durante años: la de ser el mejor pagado de la plantilla, una condición que le granjeó críticas incluso en momentos en los que su rendimiento era sólido. El nuevo acuerdo busca rebajar tensiones internas y alinear su figura con la nueva política económica del club.

Aun así, el sueldo de Frenkie de Jong sigue situándolo en la élite económica del fútbol europeo. Sus 9,4 millones de euros netos anuales, trasladados a cifras brutas dentro del marco fiscal español, se sitúan en torno a los 17,5–18 millones de euros brutos por temporada, una cantidad elevada pero más acorde con la realidad actual del Barça.

Tchouaméni y el modelo salarial del Real Madrid

En el otro lado del Clásico aparece Aurélien Tchouaméni. El centrocampista francés, asentado en el Real Madrid desde su llegada procedente del Mónaco, encarna un perfil distinto: fichaje estratégico, contrato largo y salario perfectamente integrado en una estructura salarial mucho más controlada.

En 2025, Tchouaméni percibe 12,5 millones de euros brutos anuales, una cifra importante, aunque lejos de los grandes contratos galácticos de otras épocas. El Real Madrid ha apostado por una escala salarial clara, donde el peso del proyecto colectivo prima sobre los contratos individuales desorbitados.

Dos roles, dos contextos, dos formas de pagar el talento

La diferencia salarial no se entiende sin analizar el rol deportivo de cada uno. De Jong es el timón del Barça cuando el equipo necesita orden, pausa y claridad en la salida de balón. Tchouaméni, por su parte, se ha convertido en un pilar físico y táctico del Madrid, equilibrando el centro del campo y sosteniendo a los futbolistas más creativos.

En términos mensuales, De Jong ronda los 1,45 millones de euros brutos, mientras que Tchouaméni se sitúa ligeramente por encima del millón al mes. A nivel semanal, el neerlandés supera los 330.000 euros, frente a los algo más de 240.000 euros del francés. La diferencia existe, pero no resulta abismal si se observa el contexto de cada club.

Ingresos extra y estilo de vida

Más allá del sueldo base, ambos cuentan con ingresos complementarios. De Jong mantiene acuerdos de patrocinio con marcas deportivas y tecnológicas, reforzados por su perfil internacional y su presencia constante en el foco mediático. Tchouaméni, aunque más discreto, comienza a consolidar su imagen comercial, especialmente en Francia.

En lo personal, sus estilos de vida también reflejan trayectorias distintas. De Jong, asentado desde hace años en Barcelona, ha apostado por inversiones inmobiliarias y una vida alejada del ruido. Tchouaméni, más joven, se encuentra todavía en una fase inicial de consolidación patrimonial, con una exposición pública muy controlada.

Lo que dice esta comparación sobre el fútbol actual

La comparación entre el sueldo de Frenkie de Jong y el contrato de Aurélien Tchouaméni va más allá de las cifras. Habla de dos modelos de club, de dos momentos históricos y de una industria que ha aprendido —a veces a la fuerza— a racionalizar sus excesos.

El Barça, obligado a ajustar, ha renegociado a su estrella para sobrevivir. El Real Madrid, más estable, mantiene salarios competitivos sin romper su escala interna. En el contexto de los futbolistas mejor pagados de 2025, ninguno lidera el ranking mundial, pero ambos representan un nuevo equilibrio entre talento, sostenibilidad y mercado.

Dos centrocampistas, dos salarios y una misma conclusión: el fútbol sigue pagando muy bien, pero ya no lo hace de cualquier manera.

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