Uno de los acontecimientos más importantes relacionados con la NBA en España es la pérdida de los derechos de retransmisión de Movistar Plus+ y su adquisición por parte de Amazon Prime y Dazn. Una de las incógnitas era ver si una de las voces más reconocidas del periodismo deportivo español, Antoni Daimiel, iba a cambiar de aires para seguir narrando la mejor liga del mundo, como lleva haciendo más de 20 años.

Sin embargo, ese traslado no ha llegado a realizarse. En una entrevista en el canal de Youtube de Alberto Chao, el periodista ha comentado algunos puntos sobre su vida y decisiones profesionales a lo largo de los últimos años. La principial noticia, es que Daimiel ha decidido mantenerse vínculado a Movistar, a pesar de la cantidad de ofertas que ha recibidido, que no se corresponden con un periodista de su talla que lleva tanto tiempo retransmitiendo los partidos de la NBA.

"De repente me han llegado propuestas de 100 euros brutos por partido", afirmaba el comentarista en la entrevista. Esto vuelve a poner en primera plana la precariedad del periodismo. Por suerte para él, gracias a todo el tiempo que lleva siendo la cara visible de la NBA en Movistar, le permite no aceptar este tipo de ofertas "indignas" para el alguien de su estatus. 

Se lo puede permitir

En el caso del comunicador es bastante especial, ya que gracias a que lleva tanto tiempo en el mundo, puede permitirse no aceptar estas peticiones sin sentirse presionado por no aceptarla. "Llevo 15 o 20 años con un muy buen sueldo, así que no tengo la necesidad que otros sí tienen", comentó Daimiel.

No obstante, señaló que muchos colegas terminan atrapados por la necesidad de mantenerse visibles en los medios, más allá de los motivos económicos. Hay quienes participan únicamente por el deseo de aparecer, de figurar. Es algo muy propio de nuestra profesión y, lamentablemente, difícil de erradicar, reflexionó el presentador.

Daimiel insistió además en la escasa autocrítica dentro del gremio respecto a la dignidad de la profesión. Señaló que, en muchas ocasiones, los periodistas aceptan encargos sin valorar las consecuencias que ello tiene para el colectivo: trabajos mal remunerados, tareas que no se ajustan a su especialización o condiciones que rebajan el respeto que debería acompañar a su labor. “Poco se ha reflexionado sobre la dignidad de este oficio”, lamentó, recordando que cada vez son más los profesionales obligados a conformarse con contratos precarios, salarios mínimos o propuestas que ignoran su trayectoria y experiencia.

 

 "Hago bien por los que vienen después"

Consciente de su posición privilegiada, se respalada en su negativa de no aceptar estas ofertas inpropias, no solo para alguien como él, sino también para las generaciones que en unos años ocuparán su posición: "Yo me amparo en que hago bien no aceptando. Hago bien por los que vienen después, explica el periodista.

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