Los gobiernos de la Unión Europea han respaldado este miércoles el primer conjunto de normas para regular el funcionamiento de criptodivisas en el bloque. El objetivo de esta iniciativa es el de fomentar la innovación pero también el de proteger a los inversores, por ello se prevé unos requisitos mas estrictos para aquellas que presenten más riesgos para la inestabilidad financiera.

El conjunto de los Veintisiete han pactado su posición negociadora sobre las propuesta para el reglamento sobre mercados de criptoactivos (MICA, por sus siglas en inglés) y el reglamento sobre resiliencia operativa digital (DORA) de cara a las conversaciones que han de comenzar  con el Parlamento Europeo.

Según Andrej Sircelj, ministro de Finanzas de Eslovenia - que ostenta hasta que finalice el año la presidencia de turno de la UE-, "es esencial crear un entorno estimulante para empresas innovadoras y al mismo tiempo mitigar los riesgos para inversores y consumidores. Creo que el acuerdo de este miércoles tiene un equilibrio equilibrado entre estas dos cuestiones". Por su parte la Comisión Europea ya presentó hace un año, en 2020, dos borradores legislativos con el punto de mira puesto en que la Unión Europea se sitúa a la vanguardia de estándares para el sector financiero. De hecho, el plan original de Bruselas exige a los proveedores de servicios de criptodivisas tener presencia física para poder operar, así como tener una autorización de las autoridades nacionales competentes.

Sobre las criptomonedas

Por su parte, la propuesta original del reglamento MICA cubre todo tipo de criptodivisas, incluidas aquellas que hasta ahora quedaban fuera de otras normas europeas. Además, prevé requisitos más estrictos para las llamadas 'stablecoins', es decir,ç aquellas cuyo valor está vinculado a otro activo, como una moneda oficial o una materia prima.

En cuanto a los emisores de criptodivisas, el borrador legislativo les obliga a publicar un 'libro blanco' con toda la información relevante sobre su activo. En estos documentos deberán incluir información sobre el proyecto y el uso previsto de los fondos, así como las condiciones, derechos, obligaciones y riesgos asociados.

Las 'stablecoins' tendrán,además, que cumplir una serie de reglas sobre conflicto de interés, su mecanismo de estabilización, seguir unas determinadas normas de inversión y presentar documentos adicionales. Además, su supervisión correrá a cargo tanto de las autoridades nacionales como de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en lo referido a los requisitos adicionales.

La vigilancia del resto de criptodivisas será competencia de las autoridades competentes del Estado. Por otro lado, las negociaciones entre los Estados miembros y los eurodiputados podrán empezar cuando estos últimos hayan acordado,  su mandato negociador. El texto final de ambos reglamentos dependerá del resultado de las conversaciones a tres bandas, entre las que se incluye la Comisión Europea