La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2019 provocó una pérdida de empleo de hasta el 1,1%, según el análisis del Banco de España publicado este martes. En concreto, el organismo estima que la subida del SMI del 22% hace dos años tuvo como consecuencia una pérdida de empleo neta de entre 6 y 11 puntos porcentuales, es decir un 0,6% y un 1,1%, sobre el colectivo directamente afectado por la subida.  En cifras, esto supondría la pérdida de entre 70.000 y 170.000 empleos. 

El Gobierno aprobó la subida del SMI hasta los 950 euros mensuales en 2019 y, en palabras de Yolanda Díaz, en los "próximos días" se conocerá una nueva mejora de la medida. 

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Según el análisis, el número de relaciones laborales retribuidas por debajo de los 1.250 euros al mes sufrió una "moderación inmediata" en la diferencia entre su tasa de crecimiento y la de un colectivo con una remuneración algo mayor anteriormente. Esto quiere decir que, por cada punto de subida del SMI, se ha producido un menor crecimiento del empleo de los trabajadores afectados de forma directa de entre el 0,3% y 0,5%.

El Banco de España matiza que esto podría reflejarse en dos canales diferentes. Por un lado, los trabajadores con menor salario podrían perder el trabajo con una probabilidad mayor tras la subida del SMI y, por otro lado, considera que la creación de empleo a esos niveles salariales podría haberse reducido, sin ser compensada con nuevos puestos de trabajo con salarios superiores. 

Diferente impacto entre los tramos de edad

"La estimación de estos efectos para colectivos particulares a partir de datos individuales indicaría que ambos márgenes habrían podido contribuir a la destrucción neta de contratos observada", indica el análisis. 

En este punto, el organismo no observa una fuerte brecha de género en cuanto al efecto de la subida del SMI pero sí lo hace por edades. El análisis explica que la incedencia aumenta hasta el 23% en el caso de los jóvenes y disminuye paulatinamente a medida que aumenta la edad de los trabajadores. Según los datos disponibles, la subida ha impactado al 7,4% de los empleados mayores de 45 años. 

En el caso de los jóvenes, el análisis asegura que los jóvenes que trabajaban a tiempo completo podrían haber sufrido una caída de sus horas trabajadas, por el aumento del SMI, y estima también una mayor dificultad para encontrar empleo entre los desempleados. El impacto del salario mínimo es mayor en los contratos temporales mientras que es algo más de tres veces menor entre los trabajadores con contrato indefinido. 

Por sectores, el impacto negativo se concentra en aquellas ocupaciones con un menor grado de cualificación como los servicios de mercado (9,3%) y la agricultura (59,2%). "Es evidente que las decisiones de subida del SMI deben reposar en un estudio detallado de muchas otras consideraciones", explica la institución.