El Tesoro Público español ha dado este jueves el pistoletazo de salida a la primera subasta de febrero de bonos y obligaciones que, tras el aumento de la rentabilidad, se ha convertido en un gran negocio en el que invertir. Este hecho que normalmente solo interesa a los inversores, ha saltado al centro del foco mediático por la creciente atención de los ciudadanos ante la deuda del Estado, lo que ha hecho que multitud de personas se congreguen frente a las puertas del Banco de España para adquirir estos títulos.

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El organismo prevé recaudar entre 5.250 millones y 6.750 millones de euros. A pesar de ser un producto principalmente dirigido a inversores, que son los que suelen copar el grueso de la recaudación, la inestabilidad de otros activos como las criptomonedas o la incertidumbre del mercado bursátil ha hecho que muchos españoles vuelvan sus ojos a los codiciados títulos. La avalancha de gente ha obligado al organismo a imponer cita previa para controlar la afluencia

Frente a los depósitos corrientes que el sector financiero se niega a remunerar mejor -actualmente la mejor oferta se coloca en un 5% TIN- la renta fija se ha erigido como la opción más segura para aquellos inversores que prefieren no arriesgar, a pesar de que la retribución sea ligeramente menor.

El aumento de rentabilidad de las Letras del Tesoro

Tras las pérdidas del Tesoro en 2022, los inversores han comenzado a apostar por dichos títulos haciendo que la rentabilidad de estos aumente. Un incremento de los intereses y una alta demanda han sido los ingredientes perfectos para que los bonos del Tesoro aumenten su atractivo. Los inversores buscan en la deuda española a corto plazo jugosas rentabilidades con poco riesgo para compensar así parte de las pérdidas que en 2022 registró la renta fija.

El Tesoro ha iniciado el año con una emisión de letras a 6 y 12 meses en la que consiguieron recaudar 4.893,84 millones de euros. Sin embargo, la demanda conjunta de ambas referencias ha terminado duplicando lo adjudicado en primera instancia a los mercados. A la luz de la alta rentabilidad de estas letras del Tesoro.

Las subidas de tipos del BCE han supuesto un importante impulso a este tipo de inversiones, acabando con el valor negativo que arrastraban los títulos estatales desde 2016. Así, el banco comunitario ha acabado con la rentabilidad negativa, a finales de 2022, el total de letras en circulación se pagaba a una media de 0,728%.

Durante la última subasta de enero, el interés medio de las letras a doce meses (las de más a largo plazo) se situó en el 2,983%, un 20,57% más que el de la subasta de diciembre (2,474%), mientras que, para seis meses, el tipo en enero fue del 2,584%, frente al 2,092% de final de año, y el de las letras a tres meses ascendieron al 2,182%. La rentabilidad de los bonos a 5 años se situó al 2,66% y las obligaciones a 10 años al 3,30%.