Los bonos alemanes a diez años suelen costar más menos un 1,50%. Cuando los medios de comunicación escriben eso de que “el diferencial con Alemania” es de 402 puntos, lo que quieren decir (complicando las cosas) es que España paga un 5,52%. Escribiéndolo así podemos comparar de verdad lo que cuestan los préstamos a España con los que nos cuestan a nosotros o a nuestra empresa. Hay que terminar con eso del “diferencial”.
Pero esto es un tema formal. Ahora hablemos de un par de asuntos fundamentales.
1º Todo el sufrimiento que estamos padeciendo procede de que tenemos más deudas de las que podemos pagar. Hemos vivido muy bien, a) trabajando y produciendo, b) pidiendo dinero prestado. Y ahora nadie nos quiere dar más créditos porque sospechan que no podemos devolverlos dado a) el volumen de esos créditos y b) nuestra baja producción. Claro que si pagas unos intereses convenientemente altos, se puede estudiar. ¿Harías tú algo distinto si un vecino te pide unos miles de euros prestados?
2º Los bancos y las cajas de ahorros españolas tiene entre sus propiedades millones de euros en forma de casas y de terrenos que nadie quiere: las casas no se pueden vender y los terrenos no se pueden recalificar. Sobran casas por todos lados. ¿Qué valen esas casas? Pues igual la mitad del valor de lo que los bancos y las cajas nos cuentan. ¿Qué valen esos terrenos? Pues más o menos lo que vale un secano en Carbonero el Mayor (Segovia). Seguramente los bancos y las cajas tienen unos 350.000 millones de € que de verdad valen más o menos 100 €.
Los bancos y las cajas tienen que decir la verdad en sus balances y, al día siguiente, tienen que aumentar su capital. ¿Se va entendiendo?
Para aumentar su capital, las cajas y los bancos, tiene que conseguir nuevos inversores. Algo conseguirán. Pero seguro que no suficiente. ¿Qué hacer?
Dos ideas simples: 1ª no pagar dividendos hasta que ese saneamiento sea realidad, 2ª pedir al Estado que complete los capitales que les puedan faltar.
El Estado lo puede hacer, pero siendo propietario de las acciones que le correspondan hasta que el banco o caja las pueda recomprar. Los ciudadanos pueden aceptar colaborar en esa recapitalización financiera, pero no regalando nada: cobrando intereses y recobrando a su tiempo los capitales. Lo han hecho así -por ejemplo- el Reino Unido y los EEUU.
Pero no va a bastar. Hace falta que alguien más ayude a terminar con una deuda imposible. ¿Los chinos? No parece. ¿Los alemanes? No veo a los ciudadanos de ningún país prestando dinero a los que no lo pueden devolver. ¿Quién entonces? Aquí no voy de soluciones simples, aquí complico las cosas: tiene que ser Europa.
El Banco Central Europeo tiene que ser -simplemente- un banco central europeo: por ejemplo, pudiendo emitir moneda. No quiero complicar lo que iba muy sencillo, pero aquí se me complica la cosa. Intentaré hacerlo fácil otro día, pero dejemos aquí la idea-fuerza: el Banco Central Europeo debe poder emitir moneda, con esos recursos comprar deuda de los países sobreendeudados, firmar acuerdos de recompra a largo plazo y aceptar que puede aumentar la inflación.
Pero lo sencillo, lo claramente sencillo es que los europeos aceptemos un modelo político federal: cedamos la gestión económica a una institución común y empecemos a parecernos a un modelo como el de los EEUU. Tranquilos, no hablo más que de economía fácil de entender.
Luis Solana es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
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