La crisis del coronavirus ha tenido muchos y variados efectos en todos los sectores de la sociedad. Uno de ellos son los cambios habitacionales de los españoles, como consecuencia del confinamiento desde la declaración del estado de alarma el 14 de marzo. 

Un estudio de Solvia desvela que, a raíz del confinamiento, las prioridades a la hora de adquirir un nuevo inmueble han cambiado. Además de los efectos sobre la compra de una vivienda habitual, el Covid-19 también tendrá sus consecuencias sobre el mercado de segundas residencias

Precisamente ha sido el impulso y el buen funcionamiento del teletrabajo el que ha convertido a las segundas residencias en una alternativa más allá de pasar un fin de semana o el periodo de vacaciones, especialmente de cara a este verano, en el que el teletrabajo previsiblemente se mantenga siempre que sea posible.

Esto supone cambios en las caracteristicas de las segundas residencias, con nuevas peticiones por parte de los consumidores como espacios para trabajar, mayor luminosidad y otros extras. Solvia ha destacado los principales cambios en la búsqueda de un segundo inmueble en su estudio. 

Más grandes, con más luz y mejor decoradas

En primer lugar, los consumidores ya no buscan una segunda vivienda de costa, normalmente inferior de 50 metros cuadrados y cerca de la playa. Ahora, "la prioridad estará en disponer de más superficie, flexibilidad y, sobre todo, estancias abiertas", asegura Solvia. 

La decoración también sufrirá un importante cambio a mejor. Según los expertos, este supondrá el fin del reciclaje de muebles de la vivienda habitual o donaciones familiares. Un nuevo diseño con personalidad propia ocupará las segundas residencias, con el consiguiente desembolso económico para disfrutarlas durante más tiempo. 

La apuesta por elementos extras como balcones, terrazas y jardines es otra de las claves en los cambios habitacionales. El confinamiento ha provocado que los ciudadanos den mayor importancia a los espacios abiertos en casa y también en las segundas residencias. 

En la misma línea, la luz natural se ha convertido en una fuente de bienestar para el consumidor. El estudio de Solvia certifica que la luz natural tiene una importante influencia sobre la salud física y mental, además de fomentar la concentración y energía a la hora de trabajar.

Por otro lado, la conciencia energética y medioambiental es cada vez mayor entre los consumidores. Así, ahora que se va a pasar más tiempo en la segunda residencia, el ahorro y la disminución de la demanda energética será mucho más importante. Igualmente, esta conciencia ecológica se trasladará a los materiales de construcción.