La cotización de la constructora Sacyr se ha desplomado en la Bolsa española, con una caída de hasta un 6%, tras concluir el plazo que se dieron el consorcio de constructoras y la autoridad del Canal para llegar a un acuerdo en el sobrecoste millonario de las obras sin que se hayan acercado posturas. Dicho plazo concluyó a la seis horas de hoy (hora española medianoche en Panamá), tras lo que Sacyr comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que "sigue buscando una solución de financiamiento para terminar el proyecto y las obras en 2015", a pesar de que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) rompió las negociaciones.

Sobrecoste que Panamá no admite
La autoridad del Canal de Panamá y el Gobierno del país acusan al consorcio constructor, integrado por Sacyr y la italiana Salini-Impregilo, de pretender que les pague un sobre coste de 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros) por las complejidades detectadas en la construcción del segundo canal. Las autoridades panameñas reaccionaron con absoluta indignación y reclamaron la intervención del Gobierno de España. Ya en su día cuando el consorcio hispano-italiano se adjudicó las obras, en los circuitos financieros internacionales se afirmaba que la oferta liderada por Sacyr era absolutamente temeraria y que era imposible ejecutar una de las mayores obras de ingeniería del mundo con un presupuesto de 3.118 millones de dólares. El pasado 1 de enero el consorcio constructor advirtió a la Autoridad del Canal que paralizaría la construcción a partir del 20 de ese mismo mes sino le pagaban 1.600 millones de dólares por sobrecostes debidos a "condiciones geológicas imprevistas". Tanto la Autoridad del Canal como el Gobierno de Panamá reaccionaron encolerizados y las declaraciones del presidente panameño, Ricardo Martinelli, obligaron a que la ministra de Fomento, Ana pastor, tuviera que desplazarse de urgencia al país centroamericano para intervenir en un asunto de una empresa privada.

Golpe a la 'Marca España'
Las grandes constructoras españolas se adjudican obras, y muy importantes, por todo el mundo. Habían conseguido una buena imagen de eficacia e innovación tecnológica, pero el culebrón protagonizado por Sacyr en Panamá es un duro golpe a la imagen de las empresas españolas y a la Marca España. Las sospechas de haber tirado a la baja deliberadamente el precio en el concurso para luego presentar sobrecostes (práctica más que habitual en España), unida a la lacra de la corrupción que un día sí y otro también es noticia en la prensa internacional, deja la ‘Marca España' hundida. Y a eso hay que añadir que el Gobierno de Rajoy no ha sido capaz de conseguir los Juegos Olímpicos para Madrid ni la instalación de Eurovegas.

Puestos de trabajo y disputas judiciales
Sacyr no parece dispuesta a perder la batalla por las buenas. En el comunicado enviado a la CNMV exige a la Autoridad del canal que "abandone su posición injustificadamente rígida", le reclama el pago inmediato de una factura de 50 millones de dólares para pagar a su vez a subcontratistas y trabajadores y señalan que la ruptura de negociaciones pone en peligro la expansión del canal y diez mil puestos de trabajo.

El consorcio Hispano-italiano va más allá y advierte que si no hay acuerdo, panamá y la Autoridad del Canal se enfrentarán a años de disputas en los tribunales nacionales e internacionales.