Es verdad que no era el único líder del PP que negó la burbuja inmobiliaria, pero sí que Rodrigo Rato tiene un mérito especial: él fue el gran responsable del boom del ladrillo con una de sus decisiones como máximo responsable de la economía española, la liberalización de todo el suelo.

“El ladrillo no es ‘La escopeta nacional’”
El PP siempre ha echado en cara a Zapatero su ‘negación’ de la crisis, primero, y su tardanza en aceptarla después… Comentarios que no dejan de resultar irónicos a la vista de lo que se lee en Indecentes, donde se deja clara la ‘negación’ de la burbuja y de sus consecuencias entre los líderes pasados y presentes del PP. Por ejemplo, el 2 de octubre de 2003, recuerda Ekaizer, Cristóbal Montoro sostiene que “el concepto de burbuja inmobiliaria es una especulación de loa oposición, que habla incesantemente de la economía del ladrillo”.

Pero a Rato, el entonces aún vicepresidente, el 23 de febrero de 2004 se quejaba: “lo que riza el rizo de la equivocación es considerar la construcción, el sector del ladrillo, como si estuviéramos en la época de La escopeta nacional”. Vistos los temas de corrupción política y económica que creció en torno al ladrillo en toda España, parece que el símil al que echó mano Rato, aunque él lo negaba, no andaba precisamente desacertado… “En 2003 se construyeron cerca de 700.000 viviendas, lo cual es muy positivo para la economía española” –concluía entonces un ‘visionario’ Rato- que, aunque lo percibía, se negaba a ver los problemas que el boom estaba trayendo: “Lo que sí se ha producido es un encarecimiento muy rápido de la vivienda en nuestro país… aunque tiene que ver con que nuestra demanda es mucho más fuerte”.

En el FMI bajo su mandato no dio señales de alarma
Esta incapacidad para analizar lo que sucedía en su entorno, viene a decir Ekaizer, se la llevó Rodrigo Rato al FMI, donde se negó a ver las señales del creciente riesgo que el ladrillo estaba provocando en el sector financiero no sólo de España, sino en la economía mundial. Se habla en este sentido en ‘Indecentes, crónica de un atraco perfecto’, de un informe que preparó la Oficina de Evaluación del FMI en 2011, en la que se dice, por un lado, que durante el mandato de Rodrigo Rato “el FMI proporcionó pocas señales claras de advertencia sobre los riesgos y vulnerabilidades vinculados a la crisis”, mientras, dice Ekaizer, “el mensaje general fue de continuo optimismo”.

Pero además, el informe desvela que el consejero económico y director de investigación del FMI, un hindú llamado Raghu Rajan, que dependía directamente de Rato, preparó un escrito advirtiendo contra los “riesgos de incumplimiento de los deudores que estaban registrando un crecimiento exponencial y que el ahorro era administrado cada vez más por intermediarios no bancarios, lo que podría paralizar el mercado interbancario y precipitar una crisis de liquidez”. Este informe de Rajan, según se cuenta en ‘Indecentes’, no sólo fue ignorado, sino que tan sólo se publicó en la web… ¡después de ser censurado!

2,34 millones por pilotar Bankia
Es a este hombre, al que después, como dice el periodista, apoya Rajoy, para que “de estar al frente del FMI durante la gestación de la mayor crisis económica y financiera desde la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado, y recibir las críticas por la incapacidad de dicho organismo por alertar sobre lo que se incubaba (…) pase a dirigir una de las principales entidades de crédito de España, Cajamadrid-Bankia-BFA, con una retirbución de 2,34 millones de euros y que, tras absorber una parte del sistema financiero de las cajas, se sitúa en el epicentro de la crisis financiera pendiente de resolver en España”.