Este miércoles, en el Parlamento de Andalucía se debate y vota una proposición de ley capital para el futuro del Parque de Doñana. Concretamente, esta proposición, avalada por PP y Vox en contra de los postulados defendidos por el Gobierno, la Unión Europea, los sindicatos y las asociaciones medioambientales, pretende ampliar los regadíos del enclave y legalizar 800 hectáreas de invernaderos ilegales de fresas y frutos rojos en el entorno al Parque Nacional, actualmente en situación crítica ante la falta de agua y la sequía extrema

La votación ha provocado un choque de grandes dimensiones entre el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien ha acusado al Gobierno central de frivolizar con el futuro de los vecinos de Doñana; y la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien, por su parte, ha acusado al barón popular de comportarse como un “señorito” que miente “por un puñado de votos” prometiendo "un agua que no existe": “Es como asar salchichas con cuadros de El Prado”, ha señalado en una entrevista concedida al programa Al Rojo Vivo

En lugar de tanta verborrea lo que tiene que hacer es trabajar

La titular de la cartera de Transición Ecológica ha reaccionado con dureza a la política de Bonilla que, no solamente pone en riesgo el futuro del Parque Nacional, sino que podría acabar con el modo de vida de los agricultores. “Las cadenas de distribución de toda Europa no van a saber diferenciar qué es legal y qué no y van a cuestionar el origen de las fresas de Doñana”, ha lamentado Ribera, que ha tildado la táctica del presidente del barón del PP de acoso, "siendo Doñana el acosado”. “Es una barbaridad que atenta contra los onubenses, engañando a la gente y prometiendo un agua que no existe”, ha reiterado.

No obstante, un “atentado” y una “barbaridad” no es lo único que está cometiendo el líder autonómico, sino que, además, está incurriendo en marcos competenciales que no le corresponden. “No le corresponden estos títulos competenciales, prometiendo algo que no puede cumplir en ningún caso. Es una tomadura de pelo a todos”, ha lamentado, haciendo hincapié en que el presidente ni siquiera se ha molestado en consultar a la Confederación Hidrológica del Guadalquivir. "Está utilizando Doñana como una mercancía".

Por el contrario, Ribera ha querido defender las políticas desarrolladas por el Gobierno desde el inicio de la legislatura, “activando todos los resortes para defender con ahínco el buen estado y la recuperación de Doñana. Los datos son incuestionables”. En esta línea, ha pedido “responsabilidad” a los diputados andaluces y ha pedido a Bonilla que “en lugar de tanta verborrea lo que tiene que hacer es trabajar”. “Hay que atender las necesidades sociales del territorio, en las que llevamos trabajando durante mucho tiempo”, ha continuado, recordando “quién está sobre el terreno es la Junta de Andalucía, con las competencias y los recursos transferidos”.

Moreno Bonilla menosprecia a Europa

Ribera ha recordado al presidente de la Junta que, además, existe una sentencia judicial de Bruselas que obliga a España a revertir la mala situación de conservación del parque, la cual no tiene pretensión de cumplir Bonilla. Así lo ha confirmado la vicepresidenta que, contrariamente a lo que dice el líder autonómico, asegura que hablaron por teléfono y que “dijo que todo eran tonterías y que la Comisión Europea se estaba metiendo donde no le llamaba nadie”, ha revelado, “para que veamos el nivel de respeto que tiene”.

De hecho, la ministra ha aseguirado que el Ejecutivo "les ha llamado y les ha escuchado (a la Junta) cuando han venido con ofertas vergonzosas como esta". "El Secretario de Estado les dejó claro que Doñana está por encima de todo", ha trasladado, dejando caer que el problema actualmente es que "él (Bonilla) pensaba que este tema se quedaría en el ámbito local, en pensar en cuántos votos ganaría a cambio de prometer algo que no puede prometer".

Además, también ha recalcado que la Comisión Europea tiene la competencia para decir que “si no se cumplen ciertos requisitos se bloquean los fondos europeos”. La paralización del buen ritmo de percepción de los next generation haría mucho daño al conjunto de la economía española y a sectores como el agrícola, perceptor de parte de estas ayudas, lo que no se le ha escapado a Ribera. “Desde su arrogancia de señorito está haciendo un daño inmenso a los onubenses, a Andalucía y a España”, ha apuntado, para sentenciar una actuación que considera que “no es ignorancia”, sino “mala fe”.