La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado este martes en una entrevista en Telecinco que los centros sanitarios, asistenciales y educativos no tendrán límites de temperatura de forma obligaoria. Tras el anuncio del paquete de medidas de ahorro energético en el Consejo de Ministros de este lunes, la ministra ha matizado que tampoco estarán obligados los centros de trabajo donde, “por razones justificadas”, necesiten acomodar el criterio.
Ribera ha explicado en sendas entrevistas durante esta mañana que la norma incluye excepciones en la obligatoriedad de limitar la temperatura en edificios públicos, espacios comerciales y culturales, estaciones de tren y autobús y aeropuertos. Una norma que forzará a estos espacios a mantener la temperatura por encima de los 27 grados en verano y por debajo de los 19 grados en invierno, quedando exentos los centros sanitarios, asistenciales y educativos.
Ante todo, la ministra ha llamado a respetar los derechos de salud de los trabajadores, especialmente en aquellos casos donde “por razones justificadas”, en palabras de la responsable energética del Gobierno, “se necesite acomodar este criterio a una orientación más laxa".
Asimismo, ha defendido en una entrevista en Antena 3 que las medidas aprobadas para ahorrar energía “no ponen en peligro” a la industria ni supondrán ningún recorte en el suministro para los ciudadanos. "Se trata de ajustar nuestra comodidad y estilo de vida en una pequeña parte en relación con el gran problema de nuestros vecinos, pensando en que no queremos que Putin se salga con la suya y ofrecer a los ciudadanos europeos todo aquello que podemos aportar, pero también reduciendo nuestro consumo para que haya más gas disponible en el mercado", ha asegurado.
Respuesta a Ayuso: "No quiero que me vean como una pequeña aldea gala"
En cifras, la ministra prevé un ahorro del 7% en el consumo de energía con solo reducir un grado la temperatura. "Es un esfuerzo proporcionado y razonable", ha defendido. Por otro lado, Ribera ha respondido a las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobre “ciudades tristes y oscuras” y ha asegurado: "Lo que sería enormemente triste es que nos quedásemos sin el confort en nuestros hogares". "No se trata de un capricho", ha asegurado la vicepresidenta tercera.
Ribera ha llamado a "la responsabilidad de alguien que está al frente de una institución para decidir si se rebela contra las normas o los compromisos europeos", en clara referencia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se niega a poner en marcha el plan de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno en su región.
"Como madrileña, no quiero que me vean como una pequeña aldea gala que, junto con Orban, se alía con Putin" -ha criticado la ministra para la Transición Ecológica - “Cada cual se retrata con sus palabras y hechos”. La vicepresidenta ha sido muy directa contra la rebelión de Ayuso: "Hablamos de solidaridad europea en contraposición con algo que muestra muy poca solidaridad".
"Hablamos de responder de manera unida a la gran dificultad de nuestros socios europeos a un chantaje que tiene un impacto grande para nuestros vecinos que tienen una gran dependencia del gas de Rusia", ha explicado tras la aprobación del paquete de medidas de ahorro energético. Así, ha avanzado que España puede poner sus infraestructuras gasistas al servicio de estos países.
Ribera ha reconocido que estos países se encuentran en una situación “tremendamente complicada” pero rechaza que España vaya a verse afectada por la falta de gas ruso, ya que tiene sus provisiones “aseguradas”. No obstante, ha advertido de que, si esta situación se prologa en el tiempo o incluso se intensifica, podría acabar convirtiéndose en un mayor “incremento de precios” del gas para España. Unas consecuencias que serían peores para “algunos países del centro y norte de Europa”, según Ribera.
