La inflación española ha comenzado el año levemente por encima del valor con el que cerro 2023. Los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan el índice de precios en el 3,4%, tres décimas por encima del 3,1% de diciembre. La mejor noticia la presenta la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- que ha vuelto a experimentar una bajada y se sitúa ya en el 3,6%. Este nivel es el más bajo desde marzo de 2022 (3,44%) y se coloca casi a la par del índice general.

El Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado deberá ser confirmado el próximo 15 de febrero, cuando se conocerán los datos desgranados. Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa celebran que la cifra “se mantiene contenida en el entorno del 3%” y destacan que la “senda de moderación de la inflación” se mantiene en el tiempo. Además, Carlos Cuerpo, titular de la cartera, ha puesto em valor que su reducción “está siendo compatible con el mantenimiento de las medidas de apoyo a los hogares y empresas más afectados por la subida de los precios”.

El dato armonizado, utilizado por Bruselas para los datos comunitarios, alcanza el 3,5% tras crecer dos décimas. En comparación intermensual, los precios de consumo registran en enero una tasa del 0,1%. Desde el instituto estadístico explican que el repunte moderado del IPC responde principalmente, a "la subida de los precios de la electricidad”, frente a la bajada que experimentaron en enero de 2023. En sentido contrario, destaca la buena marcha de los carburantes, cuyos precios disminuyen, mientras que subieron en el mismo mes del pasado curso.

La inflación se ubica por debajo de los cuatro puntos porcentuales por cuarto mes consecutivo, pero no consigue acercarse al objetivo del 2% planteado por el Banco Central Europeo (BCE) ni al mínimo marcado en junio, cuando la tasa se situó en el 1,9%. No obstante, lejos queda el 5,8% con el se comenzó el pasado año y la retirada de 10.000 millones de euros de ayudas antiinflacionarias parecen haberse capeado bien a nivel de precios. Los alimentos continúan pujando al alza y la incertidumbre internacional amenaza los índices de precios de todas las economías.

Previsiones y contexto europeo

La evolución inflacionaria de los países europeos continúa siendo positiva y se traslada a cada vez más economías. La tasa con la que se cerró 2023 se sitúa en el 2,9% para el conjunto de veinte países que comparten el euro como divisa común, valor que asciende al 3,4% si se atiende a los Veintisiete que conforman la Unión Europea (UE). De entre tantos, diez Estados cumplen ya con el objetivo del BCE y sitúan su índice armonizado por debajo del 2%. Destaca Dinamarca, con un índice de precios del 0,4%. De cerca le siguen Bélgica e Italia (0,5% ambas) y Letonia (0,9%).

Ya por encima de la barrera del 1% aparecen Países Bajos, que clava la tasa, Finlandia (1,3%), Lituania (1,6%), Chipre, Portugal y Suecia (las tres con un 1,9%). Entre la media de la zona euro (2,9%) y de la UE (3,4%) se sitúan Irlanda, Luxemburgo y España, con un 3,2% en los dos primeros casos y un 3,3% en la economía española a cierre del pasado año. La peor situación del conjunto la atraviesa República Checa, que marca un elevado 7,6%, por delante de Rumania 87%) y Eslovaquia (6,6%), que completan el vagón de cola.

Las previsiones que han ido publicando diversos organismos sobre la progresión del IPC español son positivas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebajaba la semana pasada la evolución de la inflación durante 2023, revisión que achacaba a la menor aportación de los servicios y de los alimentos y la aportación negativa de los precios de la energía. De cara a este año, el organismo presidido por Cristina Herrero estima que el IPC se sitúe en el entorno del 3,3% de media, debido a la evolución reciente y a la aprobación de la extensión parcial de las medidas para combatir los efectos del incremento de precios.

El Banco de España ha emitido unas previsiones similares. El organismo liderado por Pablo Hernández de Cos estima que la inflación se reducirá este año hasta alcanzar una media 3,3%. No obstante, emplaza el gran descenso a 2025, cuando la tasa se ubicaría en una media del 2% y tan solo bajaría una décima de cara a 2026.