El precio medio de la luz en el mercado mayorista se abaratará un 3% este viernes hasta los 118,99 euros/MWh, frente al máximo histórico alcanzado este jueves en los 122,76 euros por megavatio hora. De esta forma, frena ligeramente el ascenso de los últimos días y no continuará con la racha alcista.

Sin embargo, la luz mantendrá la tendencia de precios altos de los últimos meses y, en especial, en este mes de agosto. De hecho, el precio de la luz este viernes será el segundo más alto de la serie histórica.

Como viene ocurriendo desde la entrada en vigor del nuevo modelo tarifario de la electricidad, el precio de la luz variará entre un precio máximo de 125,33 euros/MWh, en el tramo horario de entre la 1 y las 2 horas de la madrugada, y un mínimo de 106,96 euros/MWh, entre las 18 y las 19 horas, según los datos desvelados por el operador del mercado eléctrico OMIE.

El precio de la electricidad para mañana se abarata un 3% pero sigue siendo casi tres veces más caro que lo registrado hace un año, en agosto de 2020, cuando no alcanzaba los 40 euros por megavatio hora.

La factura más cara de la historia

En lo que va de agosto el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista ha alcanzado nuevos récords, el último este mismo jueves, y ya se prevé la factura más cara de la historia, tal y como alertan desde asociaciones de consumidores como Facua. En cifras, el precio medio mensual se sitúa ya por encima de los 100 euros por megavatio hora, a solo unos días de terminar agosto.

Las subidas constantes del precio de la luz corresponden al aumento de los precios de los derechos de CO2 y del gas, así como por las altas temperaturas y la mayor demanda de electricidad. Los derechos de emisión de CO2 se han encarecido hasta superar los 55 euros por tonelada en agosto, frente a los 33 euros de principios de año. Por otro lado, el precio del gas natural se sitúa cerca de los 47,18 euros/MWh.

La factura energética incluye diferentes componentes donde el precio de la energía tiene un peso de alrededor del 24% y el 50-55% restante corresponde a los peajes y cargos, entre los que se encuentran el coste de las redes de transporte y distribución o los costes asociados al fomento de las renovables y las anualidades del déficit de tarifas. El porcentaje restante corresponde al pago de impuestos, que el Gobierno ha reducido para abaratar la factura.