El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha reunido este lunes con todos los eslabones de cada alimentaria para analizar la evolución de los precios de los alimentos y el efecto de las medidas contempladas en el sexto decreto anticrisis aprobado antes de acabar el pasado año. Durante la reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria el representante del Gobierno en esta materia ha pedido a todos los niveles que trasladen la reducción de los costes de producción a los precios que soportan los consumidores.

“Análisis muy sincero y claro” o “carácter positivo y absolutamente constructivo” han sido algunas de las formas elegidas por Planas para calificar la reunión. Sin embargo, más allá de lo positivo del encuentro, no se ha alcanzado un acuerdo ni se han definido medidas nuevas. El titular de Agricultura ha confirmado que se ha abordado la ampliación de la reducción del IVA a carne y pescado, actuación que por el momento no se contempla. “Hay razones objetivas para que los alimentos bajen de precio y se produzca un cambio de tendencia”, ha asegurado.

En esta línea, el ministro ha querido poner en valor las medidas tomadas en diciembre y ha pedido tiempo para ver reflejada la reducción de los costes en los precios finales. “Tenemos razones para pensar que el IPC de los alimentos ha tocado techo”, ha asegurado, aunque ha añadido que, debido a la complejidad de la cadena alimenticia, “la reducción no va a darse de la noche a la mañana”. Planas ha depositado sobre la evolución de la guerra de Ucrania gran parte de la responsabilidad de la variación de los precios, asegurando que por el momento aún persisten factores alcistas devenidos de esta que impiden una reducción del precio de la cesta de la compra más rápida.

A pesar de no haber alcanzado ningún acuerdo concreto, el ministro ha ensalzado “que el Gobierno le pida al conjunto de la cadena alimentaria que refleje en sus precios la disminución que se está produciendo y que la cadena esté de acuerdo con hacerlo”. Esto, además, será supervisado por el Gobierno, según ha trasladado. “Hay razones objetivas para que los alimentos bajen de precio y se produzca un cambio de tendencia”, ha asegurado, garantizando que el Gobierno tiene una “decidida voluntad de hacer los que esté en nuestra mano”.

Críticas de los socios de Gobierno

Durante su desarollo, Podemos ha criticado la reunión entre el ministro y los supermercado por no conllevar ninguna medida válida para bajar el precio de los alimentos. En este sentido, la formación morada ha apuntado que la gran distribución es parte del problema de la inflación de estos productos por actuar como "saqueadores", "especuladores" y "capitalistas despiadados". Es más, el coportavoz estatal del socio minoritario, Pablo Fernández, ha retado a su socio de coalición a "vencer sus miedos" y a que no le "tiemblen las piernas" para decantarse por la solución ante el alza de la cesta básica de la compra, que a su juicio pasa por la intervención directa en este mercado, ya sea con un tope al precio de estos productos o con la bonificación del 14% que han planteado a los socialistas esta semana.

La medida sugerida por la formación morada, que trascendió el pasado jueves, se centra en la bonificación directa de la cesta de la compra y la vigilancia del proceder de las grandes cadenas de supermercados. Concretamente, la formación encabezada por Ione Belarra propone una bonificación del 14,4% sobre el precio de los alimentos que componen la cesta básica de la compra con la intención de reducir los precios hasta los niveles de hace un año, antes del comienzo de la guerra. Simultáneamente, el socio minoritario del Ejecutivo aboga por controlar semanalmente los precios fijados por las distribuidoras e implantar instrumentos sancionatorios que serían aplicados en caso de que estas empresas aprovechase la bonificación para aumentar aún más sus márgenes de beneficio. Esta propuesta ha sido decartada por el PSOE, que considera, según han trasladado fuentes socialistas a este periódico, que se enmarca en una lógica electoralista.